NUEVA YORK (AP) -- Cuando Manny Bañuelos pisó el montículo el viernes en el Estadio de los New York Yankees, años después de que su sueño pareció escapársele, el catcher José Treviño le ofreció un corto mensaje.
“Hombre, bienvenido a casa”, recordó Treviño que le dijo. “Aquí es donde debes estar, aquí estás. Disfrútalo”.
Tras ser un prospecto de los Yankees, el pitcher mexicano finalmente pudo lanzar con el equipo 14 años después de que se unió a la organización y siete de que lo enviaron a otro equipo. Tras jugar en México y Taiwán, el zurdo de 31 años lanzó por primera vez en las Grandes Ligas desde el 2019, con dos entradas relevando a Gerritt Cole en el triunfo 13-0 ante los Detroit Tigers.
“Es increíble”, reconoció Bañuelos. “Es grande para mí. He esperado un largo tiempo para esto”.
New York firmó al talentoso pitcher mexicano en 2008, cuando tenía 17 años.
Pero Bañuelos sufrió un desgarre en el ligamento colateral ulnar del codo izquierdo y que lo llevó a someterse a una cirugía Tommy John que le costó casi dos campañas completas. Nunca jugó más allá de Triple A con los Yankees y lo canjearon a Atlanta Braves en el 2015.
Regresó a las Grandes Ligas ese año con los Braves, pero se lesionó y fue poco efectivo. Tras pasar otras tres campañas en Triple A, lanzó 16 juegos con los Chicago White Sox en el 2019.
Su meta fue volver a las Grandes Ligas y fue fácil decidir volver con los Yankees esta primavera con un contrato de Ligas Menores. Finalmente saludable, puso su mente en los entrenamientos de primavera y dominó con Scranton/Wilkes-Barre en Triple A. Las lesiones abrieron un lugar en el bullpen y New York lo llamó el 26 de mayo.
“Crecí como aficionado de los Yankees”, dijo. “Cuando me dieron la oportunidad aquí fue increíble”.
Su llegada coincidió con un dominante momento de la rotación de New York y que dejó poco espacio para que el bullpen trabajara, pero Bañuelos tuvo oportunidad el viernes.
Cole permitió dos hits en la séptima y en la siguiente entrada el mánager Aaron Boone llamó a Bañuelos.
Se detuvo en el montículo un momento para disfrutar el momento antes de comenzar a trabajar.
Permitió un hit y un ponche para cerrar un combinado de tres hits con Cole.