NUEVA YORK -- Por un corto periodo de seis semanas, el dominicano Alejandro De Aza parecía como alguien que iba colmar un rol importante en los jardines para los Mets de Nueva York, proveyéndole al dirigente Terry Collins otro bateador zurdo para complementar en el prado central a Juan Lagares, cuyos numeritos en la caja de bateo habían disminuido durante el transcurso de la temporada 2015.
La contratación del jardinero de Guaymate el pasado 23 de diciembre aún más importante apuntaba hacía el fin del romance entre la organización y el cubano Yoenis Céspedes, que a pesar de su enorme contribución en la segunda mitad del torneo tras su llegada a los Mets no era considerado por la organización como una buena opción debido a las altas demandas de su salario como un agente libre.
De repente, apareció dinero en el cofre del tesoro para fichar al estelar que castigó a los lanzadores rivales durante los últimos dos meses de la temporada y en aquella tarde del 26 de enero De Aza era reducido a un rol de suplente, recibiendo sus turnos como bateador emergente y titulando de vez en cuando.
La baja producción del jugador de segundo año, Michael Conforto, de cara al descanso del Juego de Estrellas, le extendió una nueva oportunidad a Lagares, quien recuperaba la titularidad en su vieja posición donde ganó un Guante de Oro en 2014 mientras Céspedes se trasladaba al jardín izquierdo.
¿De Aza? Pues permanecía observando la situación desde la banca, preparándose cotidianamente para cuando le llegara la oportunidad a pesar de lo mal que le fue en los primeros tres meses de la temporada en los cuales compiló promedios de bateo de .207, .190 y .111, respectivamente, mientras que una fanaticada exigente de Citi Field le daba la espalda.
''Nada de eso es fácil'', afirmó de Aza a ESPN Digital. ''Pero este es el juego. Esto es un negocio. Uno tiene que entender la situación y tratar de acorralarse a eso''.
Nueva York quedó con un sólo jardinero central natural cuando Lagares fue colocado en la lista de lesionados el viernes pasado debido a un desgarre de un ligamento en su pulgar izquierdo, una molestia que le costaría el resto de la temporada debido a la cirugía que pronto necesitará.
Durante el fin de semana, cuando Céspedes comenzó a sentir dolores en el cuádriceps derecho, algo que lo forzó fuera de la alineación titular en los últimos cuatro partidos, Collins le brindó la oportunidad al veterano de 32 años, tras un excelente mes de julio en el cual bateó para un average de .375 (32-12).
El martes por la noche en el segundo partido de los cuatro duelos de la Serie del Subway, De Aza de nuevo le comprobó al estratega de la novena neoyorquina por qué merecerá más tiempo de juego en un jardín que está saturado con la llegada del toletero Jay Bruce, que fue adquirido el lunes antes de que venciera la fecha límite de cambios.
Mientras que parecía el japonés Masahiro Tanaka iba dominar la pésima ofensiva de los Mets, que inició la jornada con la tercera peor cifra de carreras anotadas, fue De Aza quien conectó el primer golpe, con dos outs depositando un sinker con cuenta máxima hacia el segundo palco del jardín derecho para poner a los Mets por delante en el marcador 2-0 en ruta al triunfo de 7-1 ante 42,819 aficionados, una nueva marca para un partido de temporada regular en la historia del estadio.
''Dándole gracias a Dios por la oportunidad y siempre es bueno contribuir para ayudar al equipo a ganar'', señaló De Aza, quien cuenta con un promedio de .211 con tres jonrones y nueve carreras remolcadas.
El hecho que los próximos cinco partidos serán celebrados en estadios de la Liga Americana, dos en Yankee Stadium el miércoles y el jueves, y tres más este fin de semana en Detroit, De Aza entonces podría ser titular mientras Céspedes es relegado al rol de bateador designado para proteger su cuádriceps.
Desde el 1 de julio, De Aza batea para un promedio de .342 con dos dobletes, dos jonrones, cuatro remolcadas y siete anotadas.
Collins se ha dado cuenta.
''Creo que él realmente ha trabajado duro para tratar y ponerse en marcha. Ha hecho mucho trabajo adicional. Ha hecho mucho trabajo extra en la práctica de bateo y tratando de ayudar'', enfatizó el manager de los Mets.
''Como he dicho, él estuvo realmente frustrado con la manera que las cosas han resultado'', prosiguió Collins. ''Pensó que iba recibir más tiempo de juego y no lo ha sido. Creo que el supo que cuando entraba al juego que tenía que comenzar a hacer algo. Últimamente ha hecho un enorme trabajo''.