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¿Podrá Gary Sánchez hacer los imposible? ... Repetir su temporada de 2016

Cuando era niño en la República Dominicana, Gary Sánchez usaba un limón para jugar a las tiradas. Eso era lo que su familia podía pagar. Para batear, tomaba el palo de una escoba y golpeaba cabezas de muñecas.

Eventualmente desarrollaría sus destrezas de una manera un poco más convencional y terminó firmando con los New York Yankees con un bono de $3 millones cuando tenía 16 años. Pero cuando llegó a los Estados Unidos, aún no había aprendido a entrenar apropiadamente. Después de todo, era solo un adolescente.

"Uno se tarda en convertirse un profesional y en entrenar para convertirse en un profesional", dijo Sánchez.

Su historia, de la probreza hasta llegar a la franquicia más rica de las Grandes Ligas, ha convertido a Sánchez la pieza principal de la era post-A-Rod de los Yankees. Es la nueva cara de la organización, un jugador que los fanáticos pagarán por ver. Sus comienzos humildoes y su compromiso con ser un grandesligas le da al equipos pocas preocupaciones cuando se trata de una racha negativa en su segunda temporada.

Los Yankees ya no tienen que decirle a Sánchez que tiene que seguir trabajando. Han visto su dedicación en los últimos dos años y esperan que así continue. Lo que no necesariamente esperan que Sánchez sea tan increíble como lo fue en sus 53 partidos como novato.

"Yo no creo que uno puede repetir ese tipo de año", dijo el gerente general de los Yankees, Brian Cashman. "Eso es casi imposible".

Ahora a sus 24 años, Sánchez tiene la oportunidad de ser un Todos Estrellas esta temporada. Y si llege siquiera cerca del ritmo del año pasado -- cuando pegó 20 cuadrangulares en 53 partidos -- el cielo es el límite.

Según la métrica de ZiPS de Dan Szymborski, Sánchez está proyecto a terminar con 27 cuadrangulares en 2017, que no está nada mal. ZiPS también proyecta un promedio de .255 con un OPS de .803. Esos son bastantes buenos números para un receptor, pero bien por debajo de sus números de novato (.299 y 1.032, respectivamente). Claro, Sánchez podrá algún día convertirse en miembro del Salón de la Fama y nunca poder repetir la racha de 53 partidos que tuvo para comenzar su carrera.

Sánchez es un talento elite, pero eso no significa que será un éxito. Se puede argumentar, también, que quizás no es ni el jugador joven más importante de su equipo.

Ese podría ser Luis Severino porque los Yankees han fracasado en desarrollar lanzadores jóvenes, y Severino es visto como piedra angular de la rotación. Podría ser Greg Cird porque los Yankees, por mucho tiempo , habían tenido un solo inicialista (Mark Teixeira). O podría ser Aaron Judge porque está construido como un jugador de la NFL y puede ser una megaestrella -- si logra batear.

Hace poco más de un año, Severino se suponía fuera el próximo as de la rotación de los Yankees, quizás tan temprano como el año pasado. Ahora, será un cuarto o quinto abridor de la rotación o puede ser enviado a Triple A. Bird, quien proyecta como el inicialista de los Yankees esta temporada, tuvo en buen debut en el 2015, pero se perdió todo el 2016 por una lesión. Judge se ponchó en 42 de sus 84 turnos al bate el año pasado.

En otras palabras, no hay nada seguro. Aún así, los jóvenez esperanzadores de los Yankees, Sánchez luce como el que más probable sea una estrella por los próximo cino a 10 años.

"He estado alrededor del juego por tiempo suficiente como para saber que uno nunca puede contar con nada", dijo Cashman.

Pero apostar en talento es usualmente una buena movida. Sácheza tiene bastante de eso. Mientras es difícil imaginarse que puede crecer al plato, uno si puede pensar que puede mejorar detrás del plato.

Sánchez puede tirar tan bien como cualquier, y los lanzadores dicen que tiene buen manejo del juego -- algo que apoyo su mánager y ex receptor Joe Girardi. Sánchez bloquea bolas. Es el paquete total.

Eso, más que nada, es lo que es importante para Girardi, quien valora la defensa cuando analiza al receptor ideal.

Sánchez es todo lo que los Yankees quieren en esa posición. Lo demostró el año pasado. Ahora, solamente, tiene que volver a hacerlo.