LAKELAND, Florida -- Con 39 años y recuperado de un problema cardíaco que interrumpió su temporada de 2017, Víctor Martínez se siente agradecido con la carrera que ha tenido.
También es realista sobre el futuro.
''Desearía decirles que me siento igual como cuando subí a las Mayores'', dijo el bateador designado de los Tigres de Detroit el lunes. ''Desafortunadamente, no lo estoy. Supongo que esa es la edad''.
Ese comentario no debe asombrar a los que fueron testigos de las dificultades del venezolano en las últimas tres temporadas. Y el año pasado, la situación empeoró cuando dos veces fue colocado en la lista de lesionado por una arritmia. Se tuvo que someter a un procedimiento quirúrgico para subsanarla, y ahora ha vuelto dispuesto a contribuir con un renovado equipo de Detroit.
''Ya me tocó una reconstrucción con los Indios de Cleveland'', dijo Martínez. ''Solo busco tratar de divertirme este año y ayudar como sea a este grupo de jóvenes. No son muchos los que reciben la oportunidad de jugar todos los días en las Grandes Ligas. Así que espero que sepan aprovecharla al máximo''.
Martínez entra al último año de su contrato con Detroit. No se atrevió a decir si cree si esta será su última temporada, aunque indicó que prefiere ser cauteloso.
''Haré lo que siempre he hecho en mi carrera'', dijo Martínez.
Pase lo que pase, Martínez podrá presumir de un sobresaliente expediente. Afronta esta temporada con un promedio de por vida de .298 con 237 jonrones. Quedó segundo detrás de Mike Trout en la votación al Jugador Más Valioso de 2014, impresionante logro para un designado. Esa temporada, Martínez fijó récords personales con un promedio de .335 y 32 jonrones, con Detroit conquistando su cuarto título seguido en la División Central.
Los Tigres le dieron a Martínez un contrato de 68 millones de dólares por cuatro años tras esa campaña, pero no han vuelto a los playoffs desde entonces. Martínez bateó para .245 en 2015, pero repuntó (.289, 27 jonrones) en 2016. Y luego el año pasado, con promedio de .255 y 10 jonrones en 107 juegos. Pero las preocupaciones por su producción ofensiva quedaron en segundo plano ante sus problemas de salud.
''Dio miedo. No creo que nadie se puede tomar a la ligera con esos problemas, pero todo eso quedó en el pasado'', dijo Martínez. ''Creo que mi familia me ayudó muchísimo. La cirugía también''.
El manager de los Tigres, Ron Gardenhire, dijo que el equipo estará pendiente a la condición de Martínez.
''Tiene una familia. ¿Y saben qué? Tiene que cuidarse'', acotó Gardenhire. ''Vamos a cerciorarnos que esté bien de salud y que no afecta su vida tras retirarse del béisbol. Pero este es un pelotero con una larga carrera. Su pasión por el bateo, ojalá pueda contar con él por un año más o dos''.
Martínez no puede aventurarse a adelantar lo que será esta campaña, ni siquiera cómo le irá en los entrenamientos de primavera. Pero valora el poder estar otra vez en un diamante.
''Tenía 22 o 23 años cuando debuté en Grandes Ligas. Solía ver a los veteranos metidos en el jacuzzi. Todos me decían, 'ya verá cuando tengas 30''', relató Martínez. ''Ya entiendo de que hablaban. Es más difícil. Le doy las gracias a Dios por darme esta oportunidad y de haber jugado tanto tiempo''.