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Ronald Acuña a la banca: el último giro en el drama del Este de la Liga Nacional

Me encanta la División Este de la Liga Nacional. Si otorgan el premio Daytime Emmy a la mejor telenovela de 2019, tiene que ser para el Este del Viejo Circuito. Tenemos a Bryce Harper, problemas con los bullpen en toda la división, managers en la silla caliente, rachas buenas, rachas malas, Pete Alonso descosiendo la pelota, Ronald Acuña Jr. bateando cuadrangulares, robando jonrones y robando bases y... el pasado domingo, el joven no corrió lo suficiente, convirtiendo lo que podía ser un extrabase en un sencillo y atrapado robando.

Luego hablaremos de Alonso y la locura de los últimos dos días en Washington D.C.; pero primero tenemos el drama del domingo, digno de la cadena Bravo. Todo comenzó cuando el manager de los Atlanta Braves Brian Snitker sacó a Acuña del partido que terminó en victoria 5-3 sobre los Dodgers, después de que Acuña se quedó en el home plate viendo un elevado, al que le faltaba poco para terminar en jonrón, para así hacer que un doble seguro terminara siendo sencillo. Luego, Acuña agravó su error al ser atrapado robando.

En ese momento, los Braves estaban en desventaja 3-0, por eso, fue una decisión atrevida por parte de Snitker el sacar a su joven estrella del partido. "No corrió. Tienes que correr", dijo Snitker después del partido. "Aquí, eso no será algo aceptable. El nombre al frente de la camiseta es mucho más importante que el que está a la espalda... No puedes abandonar a tus compañeros".

Acuña dijo que "no hay excusas" por haberse quedado a ver la pelota en vez de correr y que respetaba la decisión de Snitker. Pues bien, parece que esta trama no terminará convirtiéndose en un melodrama exagerado. De hecho, ojalá el resultado sea que Acuña aprendió una valiosa lección:

Acuña se ha ganado la reputación de ser, en ocasiones, un poco exhibicionista, aunque yo lo considero más el resultado de ver a un joven divirtiéndose. A pesar de ello, hay momentos para la diversión y otros en los cuales hay que esforzarse al máximo. Tal como lo dijo el manager de los Chicago Cubs Joe Maddon en pleno Clásico de Pequeñas Ligas el domingo pasado, cuando se le pidió un consejo para los jugadores de Pequeñas Ligas: "Corran fuerte hacia la primera base. Creo que, si corres fuertemente hacia la inicial, reafirma el resto de tu juego. No creo que sea más complicado que eso".

Sniker comprende esto mejor que la mayoría. Ha sido durante largo tiempo manager en Ligas Menores, testigo de primera mano de cómo incontables jugadores con apenas una fracción del talento de Acuña han jugado a su máximo esfuerzo en todas ocasiones y a pesar de ello, no logran ascender a Grandes Ligas. Lo último que uno quiere ver en esta vida es a una estrella de 21 años hacerse con malos hábitos.

Creo que su decisión muestra de forma sustancial la confianza que tiene Snicker para hacer su trabajo de la forma que él considera correcto: una labor que cada vez tiene mayor presión a su alrededor, gracias a los problemas recientes sufridos por el bullpen de los Braves y Snitker ha vacilado con respecto a la forma de utilizar a sus relevistas.

Probablemente, los Braves deberían escaparse con el banderín divisional, considerando los resultados mediocres frecuentemente obtenidos por los Nationals, Phillies y Mets. Por el contrario, su ventaja sobre el resto de la división es de apenas 5 ½ juegos. Recuerden que el gerente general Alex Anthopoulos recibió como herencia a Snitker en el puesto de manager. Siempre hay cierta inseguridad laboral en situaciones de ese estilo.

Quizás una razón por la cual todo parecía estar calmado después del partido es que los Braves se llevaron la victoria, gracias al outfielder Rafael Ortega, quien fue titular por primera vez en la actual temporada. Ortega conectó grand slam en la parte baja del sexto inning, enfrentándose al novato de los Dodgers Dustin May. Incluso, el bullpen de los Braves lanzó cuatro episodios permitiendo apenas un hit, con Chris Martin, Shane Greene y Mark Melancon (los tres lanzadores adquiridos en la fecha límite de cambio) trabajando en los tres innings finales sin tolerar imparables.

En conclusión: esta fue una lección aprendida para Acuña. Y quizás el bullpen está recobrando la forma. Quizás los Braves tendrán una carrera de septiembre exenta de dramas.