Samuel Moscatel, el gerente general de los Caribes, habla con sorprendente sinceridad cuando evalúa el primer mes de la campaña en Venezuela.
Preguntado sobre algún área a mejorar, en pleno dominio de la tabla de posiciones, el ejecutivo responde sin dudar: "No tiene sentido que diga algo. Ahora mismo, no hay nada que quiera mejorar".
Moscatel es el arquitecto de una divisa que mandó holgadamente en octubre y que cabalga ya hacia la clasificación, luego de imponer un récord en la franquicia con 11 victorias y sumar 17 triunfos en sus primeros 19 encuentros.
"Todo en el equipo está bien", explica el ejecutivo. "La química está bien, los peloteros están contentos. Estamos bien en todas las áreas del juego. Las cosas han comenzado muy bien. Pero lo que más me ha gustado es esa química, porque depende directamente de Omar López".
López es el manager de Anzoátegui y también el piloto más joven de la liga. Tiene 37 años de edad. En su nómina hay peloteros mayores que él, como Tomás Pérez, y varios contemporáneos, como Óscar Salazar o Alex Herrera. Nunca había dirigido en la LVBP. Pero ha sabido sacar partido a una novena que mezcla experiencia con talentosa juventud.
"Omar estaba listo", apunta Moscatel, satisfecho. "Ha movido bien las piezas, pero también los peloteros apuestan a su proyecto. Lo más importante no ha sido cómo ordena el bateo y corrido o el robo de base. Lo importante es su buena comunicación con los jugadores, cómo mantiene el ambiente en el clubhouse".
Moscatel apela al plan de pretemporada que se trazaron en la tribu y que consiste en dar descanso frecuente a todos sus integrantes.
"Cuando sientan a alguien, no lo ves molesto, sino contento. Contento porque otro muchacho está teniendo una oportunidad", aseguró. "Cuando Alfredo (Pedrique) se retiró, manejamos cuatro o cinco nombres para dirigir en vez de él, pero yo nunca dudé de que Omar era el indicado. Siempre pensé que estaba listo".
Los orientales encabezaron el circuito en efectividad colectiva, carreras anotadas, promedio de embasado y slugging durante el primer mes de acción. Una tormenta perfecta de la que emergió el novato campocorto Orlando Arcia como gran figura individual.
Los indígenas acaban de sumar al grandeliga Oswaldo Arcia, hermano de Orlando, y van a incorporar progresivamente a los bigleagers Ehire Adrianza, Léster Oliveros, José Tábata y Alexi Amarista.
Cuando todos estén a bordo, se acentuará el plan maestro de los Caribes.
"Vamos a seguir rotando a todos", advirtió Moscatel. "Cada quien va a tener uno o dos días libres a la semana. Es algo que hablamos con Omar con mucha antelación. Y los peloteros lo saben, porque la última temporada llegamos muy cansados al round robin, con un pitcheo agotado. Aprendimos muchas cosas del año pasado".
Lo están demostrando.