MÉXICO -- Lo que sorprendió fue el momento, pero que Mano Menezes no sería el entrenador del pentacampeón Brasil en su propio mundial era un secreto a voces. La confianza en el trabajo del extécnico de Gremio y Corinthians entre otros, se redujo sustancialmente después de la derrota frente a México por el oro olímpico, el gran pendiente del laureado fútbol brasileño.
Muchos pensamos que aquella humillante caída ante México marcaría de inmediato la salida de Menezes pero la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) le ratificó en el cargo para, tres meses después, echarlo tras ganar una serie amistosa frente a Argentina. El mundial de 2014 será el evento más importante para el fútbol de Brasil desde el título que conquistó en 1970 y la CBF no quiere llegar al evento con dudas sobre el líder del proyecto.
Menezes no fue siquiera la primera opción cuando tomó las riendas de Brasil. Entonces el favorito de la CBF era Muricy Ramalho, DT del Fluminense, quien incluso fue nombrado técnico del scratch, pero su club no le liberó del contrato y horas después el propio Muricy declinó "voluntariamente" la invitación.
Ramalho suena de nuevo como candidato pero apenas se anunció la destitución de Menezes, el principal rumor apuntó al agente libre por excelencia de los banquillos, Josep Guardiola. El nombre del catalán figura cada vez que despiden a un técnico de algún equipo relevante o están por hacerlo (Chelsea, City, Milan), pero en este caso parece improbable el matrimonio.
El presidente de la CBF, José Marín, calmó las aguas esta semana cuando dijo "veo difícil que el próximo entrenador de Brasil sea extranjero". Con todo el prestigio que haya ganado Pep en su dominante Barcelona, sería sorprendente que Brasil rompa su tradición de técnicos locales justo para su propio mundial. Tampoco es un hecho que a Guardiola le motivara en exceso el reto. El catalán parece más un hombre de club, donde tiene a disposición casi todo el año a sus futbolistas para inculcarles no solo un estilo de juego sino una identidad fuera de la cancha.
Entonces la opción está en Brasil: Ramalho, Tite (DT de Corinthians) o Scolari. Pero es Felipao quien gana enteros para regresar al banquillo verdeamarelho. Para empezar fue el último técnico capaz de hacer a Brasil campeón del mundo y lo hizo con un equipo que, quitando a Ronaldo, Dinho y Rivaldo, estaba lejos de ser espectacular. Además Scolari está libre tras su despido de Palmeiras, detalle nada menor si se considera la historia reciente. ¿Y el jogo bonito? Pesa más el triste recuerdo del Maracanazo y solo el sexto título podrá enjuagar un poco aquel amargo sabor de boca.