<
>

100 días: Brasil y el futbol, en gestación

LOS ÁNGELES -- 100 días. El hombre calibra sus ansiedades con el tiempo, y el tiempo con sus ansiedades.

100 días para que arranque el Mundial de Brasil 2014. Tan lejos para millones de aficionados. Tan cerca para los organizadores, que, como pasa siempre, la artritis de la burocracia y las arpías de la corrupción les impiden cumplir su palabra.

Millones de expectantes espectadores tienen potestad sobre alguna de las 32 banderas de sus emisarios en la cancha. Otros millones, tras incinerar las banderas de la frustración, eligen la bandera blanca de la pasión sin apasionamientos.

100 días. Y Brasil no está listo. Estadios que no han sido concluidos. Carreteras que no están terminadas. Hoteles que se quedaron en proyecto. Vuelos que sólo existen en itinerarios fantasmas. Boletos que ya tienen dueños, pero dueños que no tienen aún sus boletos.

Brasil se debate en ese tormento de dudas y deudas. "Todo estará listo", dicen las voces del gobierno y los ministerios y organizaciones deportivas, mientras algunos estadios se descarapelan con rascarles la epidermis fantasiosa e improvisada. Bajo el juvenil maquillaje, aparece la piel avejentada.

100 días. Y Brasil no está listo, pero sus 31 visitantes y el anfitrión tampoco.

Las 32 selecciones nacionales disponen de 23 camisetas. Y no todas tienen dueño, mientras cada entrenador enciende 23 veladoras y reza 23 salmos, para que la crueldad intempestiva del futbol no le altere la lista de los guerreros.

Los 32 técnicos no sólo imploran que sus ejércitos se reporten saludables y combativos, sino que además, tendrá que hacer un acto profundo de limpieza, para que olviden los libritos ajenos, esos que les inculcan en sus equipos, para que aprendan a jugar con nuevos parámetros.

100 días. Y los entrenadores saben que no tienen nada, mas que un esqueleto, una osamenta que pretende cubrir de sustancia futbolística apenas a unos días del Mundial.

Claro, a 100 días, hay casos especiales. España tiene una escuela y fundamentos. Brasil tiene fundamentos y busca una escuela en torno a Neymar. Argentina se fundamenta en la escolaridad superior de un genio llamado Lionel Messi. Y Portugal trata de crear la mejor escuela a la imagen y semejanza del atleta perfecto jugando al futbol: Cristiano Ronaldo.

¿El resto? Son seleccionados que conforman mortales. Algunos menos mortales que otros. Pero ni Van Persie, ni Ribery, ni Rooney, ni Pirlo, ni Modric, ni Agüero, se codean en el hemisferio divino de los tres mencionados.

Para esos tres, los 100 días no son un plazo, sino que son, apenas fechas inevitables. El resto, todos los demás, harán de cada uno de esos 100 días, un ritual de confirmación de sus aptitudes para jugar el Mundial. Son piezas que engalanan a terceros.

100 días. Y el único Pentacampeón no está listo. El amo y señor de la perfección colectiva en la cancha, sufre por su imperfección colectiva en la organización.

Su Nación está lista: fiesta, samba, colores, música, noches eternas, calor y calidez; carnaval eterno. "El estado natural del brasileño es la felicidad", decía Elis Regina.

Pero entender a Brasil a 100 días del Mundial es imposible. El Pelé de la música brasileña Antonio Carlos Jobim, lo sintetiza: "Brasil no es para principiantes"

100 días. Brasil no está listo para los cientos de miles de visitantes. Ni siquiera está listo para ser anfitrión. Tiene más temores que guardianes. Tiene más amenazas que vigilantes. Tiene más inconformes que solidarios.

Pero el futbol mantiene intacta esa magia. Cautiva, hipnotiza, sinoptiza, atrapa, somete. Cuando la pelota rueda, los gritos se hacen silencios y enseguida se trasforman en alaridos.

El futbol ha sido un gestor infalible de paz.

Faltan 100 días. Brasil no está listo. Las 32 selecciones tampoco. No importa. O importa poco. Los millones que le ponen alas de esperanza a sus 32 banderas y los millones que agitan la bandera blanca de la pasión sin apasionamientos. Ellos ya están listos. Y por ellos, por Ustedes, ESPN, también está listo.

100 días. Es el momento de contar cada uno de ellos con ansiedad. Y es tiempo de descontar cada uno de ellos con ansiedad.

100 días. Tiempo de gestación.