En pocas semanas, Daniel Ricciardo pasó de ser el piloto que reemplazaría a Checo Pérez en Red Bull a ser despedido por RB. ¿Qué pasó?
Mucho se dijo en redes, sitios oficiales, medios especializados, transmisiones de F1 durante meses que Daniel Ricciardo supliría a Sergio ‘Checo’ Pérez en el equipo Red Bull, que algunos creyeron que sería como el cuento de Caperucita y el Lobo, y que el día menos pensado pasaría, pero nunca sucedió. Y no pasó, porque simplemente el australiano no hizo ningún mérito para sustituir al piloto mexicano y jamás estuvo, ni cerca, de que esto sucediera.
Daniel Ricciardo fue un piloto emblemático de Red Bull desde que arribó a Toro Rosso en 2012. Ahí picó piedra dos años y en 2014 fue promovido al primer equipo, al grande, donde inmediatamente tuvo un impacto al ser tercero del Campeonato de Pilotos con tres victorias y ocho podios.
En total, estaría en Red Bull hasta 2018, año en que decidió que no quería seguir ahí porque no estaba dispuesto a ser plato de segunda mesa en una organización que ya había decidido que su futuro estaba en Max Verstappen.
Ese fue su gran error y con él inició un vía crucis (lleno de jugosos contratos) entre Renault y McLaren, donde sus resultados nunca volvieron a ser los mismos. Apenas tres podios en cuatro años y una justa, pero sólo anecdótica victoria en Monza.
Una vez echado de McLaren, Christian Horner le tiró un salvavidas para ser piloto reserva e Red Bull en 2023 e inmediatamente se soltaron los rumores de que era el primer paso para que le quitara el trabajo a Checo Pérez.
No había Gran Premio, le fuera bien o mal al piloto mexicano, en que la prensa, principalmente europea, comentara que Ricciardo estaba listo y a la espera para saltar al habitáculo del Red Bull, despojarlo del número 11 y ponerle su ‘3’.
Los números nunca concordaron con gritos de aliento de sus muchos amigos en el paddock. Ricciardo, eso sí, logró convencer a Horner, tras un día de filmación en Silverstone, que aún tenía la velocidad y con ello volvió a la F1 a expensas de Nyck de Vries, quien fue despedido luego de 10 carreras.
Daniel no lo hizo mucho mejor que el neerlandés, incluso en el GP e Países Bajos sufrió un accidente y se fracturó una mano, lo que dio oportunidad a Liam Lawson para demostrar su valía en lo que se recuperaba.
Las estadísticas de Ricciardo en 2023 fueron: 7 carreras, sólo una entre los puntos para sumar 6 unidades en el GP de México.
En 2024, los números no fueron mucho mejores. Sólo sumó puntos en 3 de 18 carreras, pero sobre todo su saldo frente a Yuki Tsunoda, su compañero en Racing Bulls fue negativo: 9 vs 17 en calificación; 11 vs 14 en carrera, y 13 vs 31 en puntos.
Nunca, un piloto que haya estado en Red Bull y que se haya ido del equipo ha vuelto a él, Ricciardo fue el primero en ir y venir de la organización, pero no pudo regresar a la escudería principal.
Por más que la presión mediática nunca cesó, Ricciardo careció de argumentos para ser considerado relevo de Checo Pérez, quien vivió en estos dos años, serias crisis de resultados, ahora se sabe, producto del desbalance provocado por el desarrollo del auto.
Si bien Checo Pérez padeció esa presión, Christian Horner, e incluso Helmut Marko, directivos de Red Bull nunca avivaron las especulaciones sobre Ricciardo. Ellos, como siempre hace Red Bull, hablaron de que la continuidad de todo piloto en la organización depende de su rendimiento.
‘Performance’ es el término exacto para definir lo que manda en la escudería de Milton Keyne y ese nunca volvió a estar de lado de Ricciardo.
Hoy su lugar será ocupado por Liam Lawson, de quien se dice firmó el año pasado un contrato de extensión con Red Bull-Racing Bulls para ser piloto de reserva, pero en el que se especificaba que debía conducir en al menos cinco Grandes Premios de la temporada 2024.
Quién sabe si la cláusula existió o no, pero el neozelandés se ganó el derecho a ser tomado en cuenta en el momento en que entró al quite por Ricciardo tras su lesión.
Ahí, Lawson logró meterse una vez a los puntos, con un noveno puesto en el GP de Singapur y también firmó dos undécimos lugares en Italia y Japón, donde exhibió un manejo muy sólido, al grado de que aunque Tsunoda los superó 4-1 en calificación, él le hizo un 4-1 en carrera.
Red Bull no se podía dar el lujo de perder a Lawson, quien obviamente, ahora tendrá como objetivo primario vencer a Yuki Tsunoda, luego brillar en Racing Bulls para ser el nuevo “candidato ideal” para suplir a Checo Pérez, pero ya sabemos que eso es muy complicado, y si no, que lo diga Daniel Ricciardo.