¿Qué valores impulsaron a Diego Ortiz hasta convertirse en el primer mexicano que llega a ser coach en la NFL? En el mes de la Herencia Hispana te contamos su historia.
Cuando Diego Ortiz quedó integrado al staff de entrenadores de los Indianapolis Colts para la temporada 2024, hizo historia al convertirse en el primer nacido en México que ocupa una posición de ese tipo, pero ¿cómo llega un mexicano a ser coach en la NFL?
Diego Ortiz emprendió la ruta al American Dream portando una armadura conformada por valores como el compromiso, la pasión, el aprendizaje y la voluntad de aprovechar todas las oportunidades, pese a que llegó a Estados Unidos con apenas unos dólares en el bolsillo.
“Apunta al cielo, dispara y en el trayecto corrige el camino”, ha sido la frase aplicada por Diego Ortiz desde 2015, cuando llegó a Texas Tech sin referencia o reconocimiento alguno a su trayectoria en el futbol americano colegial en México, en el que jugó como quarterback hasta la máxima categoría (Liga Mayor) y luego fue coach en ligas infantiles y juveniles.
Años mas tarde, Diego Ortiz ya tiene un puesto en la mejor liga deportiva profesional estadounidense y cuenta con el reconocimiento de personajes como Kliff Kingsbury, exhead coach de Texas Tech, los Arizona Cardinals y actual coordinador ofensivo en los Washington Commanders.
También ha sido merecedor del apoyo de DeAndre Smith, coach de corredores de los Colts e impulsor para que Diego llegara a dicha organización, o de jugadores como Terence Steele, tackle titular de los Dallas Cowboys, con quien coincidió en Texas Tech.
Aun con la pujante internacionalización de la NFL, los caminos para llegar a ella comenzando fuera de Estados Unidos son complicados. Inéditos. ¿Qué se necesita, entonces, para llegar a dónde ningún mexicano lo había hecho?
Estos son los elementos que transformaron a Ortiz en un entrenador de calibre NFL, contados por quienes lo han arropado y guiado en su camino desde México hasta Indianapolis.
Compromiso
En Texas Tech, donde Diego Ortiz inició como un asistente voluntario, mientras terminaba su maestría. Desde esos años era común enterarse que era el primero en llegar a la oficina del equipo.
Durante dicha temporada, sus funciones eran de organizar temas de reclutamiento y operaciones afines a los Red Raiders. Al final, el mexicano cumplió con las obligaciones académicas - graduándose con múltiples maestrías – y a la vez consolidándose en el programa de futbol americano.
“Era uno de los primeros en llegar y el último en irse. Y hubo un tiempo que lo hizo de a gratis, como asistente. Tenía sed de conocimiento y mucho amor por el deporte”, dijo Kliff Kingsbury, en entrevista con ESPN Digital.
“Diego comenzó a darse cuenta que el coach Kingsbury llegada a las cuatro de la mañana al gimnasio para hacer ejercicio y luego comenzar con las labores del equipo”, narra Guillermo Ortiz, papá de Diego. “Y entonces Diego empezó a llegar a esa hora, pese a que no tenía autorizado el acceso. Tenía que esperar afuera, sin importar si hacia frío o calor, hasta que alguien del staff autorizado le abriera”.
Kingsbury fue el head coach de Texas Tech durante los primeros dos años de Ortiz en la universidad. Tras la primera temporada, Diego se mantuvo en reclutamiento, agregando el rol de control de calidad.
Los entrenadores en esta área se dedican a redactar reportes de scouting para futuros oponentes, dibujan en el plan de juego las jugadas ofensivas y defensivas que los coordinadores seleccionan y crean el orden de ejercicios y repeticiones para las prácticas. Es un trabajo para los verdaderamente comprometidos, aquellos que no les molesta trabajar horas largas a cambio de cumplir sueños grandes.
“Diego andaba en bicicleta en todos lados. A menos de que el coach (Kenny) Perry le prestara su auto, usaba bicicleta”, dijo Joey McGuire, el actual head coach de Texas Tech, en entrevista para ESPN Digital. “Y yo llegaba temprano y siempre me tocaba ver a Diego llegar en su bicicleta. Era algo de rutina. Y mira, yo llego temprano, sé que Kingsbury llegaba temprano. Pero él era de los primeros, y pues, imagínate andar en bicicleta por el campus con el calor de Texas”, continuó.
En sus siguientes años con los Red Raiders, pasó a trabajar control de calidad y posteriormente, asistente del grupo de entrenadores de los running backs.
En 2023, tuvo su primera probada de la NFL cuando fue invitado al training camp de los Colts como parte del programa Bill Walsh Coaching Diversity Fellowship, que se enfoca en otorgarle oportunidades a jóvenes entrenadores que provengan de grupos de minoría social en Estados Unidos, un reconocimiento más a lo que comenzó como un trabajo voluntario.
Pasión
El futbol americano es, sin duda, el deporte más popular en los Estados Unidos. El 41% de los adultos estadounidenses lo nombraron su deporte favorito en una encuesta publicada por Gallup en febrero pasado.
De acuerdo con el mismo documento, el béisbol y basquetbol, los dos deportes que le siguen, tienen una preferencia de apenas 19% – combinado. La pasión por esta actividad se ve quizás mejor reflejada en Texas.
Existen varios equipos a nivel preparatoria cuyos estadios superan los 15 mil asientos. El Eagle Stadium, en el poblado de Allen, ha albergado partidos con más de 20 mil asistentes, y costó $60 millones de dólares en construcción. Que una persona venga desde fuera de Texas, e inclusive de Estados Unidos a tomar un puesto como entrenador en una de las universidades más importantes del estado como lo es Texas Tech, no es común.
Pero la pasión por el juego que mostró Ortiz fue más que suficiente para que lograra ser aceptado por tan peculiar comunidad, abriendo paso para después llegar a una comunidad incluso más exclusiva: la NFL.
“La gente de futbol americano en Texas, amamos este juego. Y si tú amas el juego, y trabajas duro y tienes pasión por este deporte, te vamos a respetar. Y todo eso describe a Diego”, dijo McGuire.
Kingsbury dejó Texas Tech en 2018 para tomar las riendas como entrenador en jefe de los Arizona Cardinals. Años después, todavía se comunica con Ortiz vía mensajes de texto y que recuerda la manera en la que su entusiasmo por el deporte se veía reflejado en su trabajo.
En múltiples ocasiones, Ortiz entraba a la oficina de Kingsbury con ideas para jugadas ofensivas, o se las enviaba al teléfono.
“Entrabamos a su oficina y tenía como mil jugadas en su pizarra”, dijo Kingsbury. “Le podías preguntar sobre cualquier jugada, cualquier partido, es de los más enfocados en futbol americano y los detalles de futbol americano que probablemente cualquier otra persona con la que he estado – y como cuerpo de entrenadores, nos enamoramos de su pasión por el juego”, continuó.
Al terminar su paso por Texas Tech y llegar oficialmente a la NFL, la noticia de que Ortiz formaría parte de los entrenadores de los Colts desató reacciones positivas de muchos que habían trabajado con él, incluyendo Tahj Brooks, el corredor de Texas Tech, considerado uno de los mejores prospectos para el Draft de 2025.
“Orgulloso de mi chico”, publicó Brooks en X.
Aprendizaje
Los entrenadores de futbol americano, en cualquier nivel, deben ser capaces de retener una cantidad enorme de información. Los libros de jugadas a nivel NFL han llegado a superar 800 páginas, mismas que entrenadores y jugadores deben conocer en su totalidad para comunicar durante los partidos.
Estudiar es esencial para formar parte del selecto grupo que dirige en la NFL, algo que Ortiz hacía inclusive antes de llegar.
"Llegaba y lo veía analizando video de la NFL, tenía una hojita en su pared con los equipos que iba a analizar. Entonces llegué a pensar que era un tipo que quería aprender lo más posible”, dijo DeAndre Smith, entrenador de running backs en los Colts, en entrevista para ESPN Digital. “Estaba construyendo su biblioteca de conocimientos, porque todavía no conocía nuestro esquema”.
Smith coincidió con Ortiz en Texas Tech entre 2019 y 2021, donde lo incorporó al grupo de entrenadores de running backs.
La familia del coach mexicano cuenta la parte más íntima del hoy integrante del staff de entrenadores de los Indianapolis Colts.
Ahora, con Indianapolis, volverán a trabajar juntos bajo el mando de Shane Steichen, el entrenador en jefe.
Steichen, quien fue coordinador ofensivo de los Philadelphia Eagles y Los Angeles Chargers previo a tomar las riendas en Indianapolis, es reconocido por utilizar de forma creativa a sus running backs y el juego terrestre en general. Su libro de jugadas incorpora esquemas como el RPO (run-pass option u opción de corrida o pase, en español) que se ven comúnmente a nivel universitario, el mundo en el que vivió Ortiz los últimos años.
“Si conoces a Diego, sabes que es fenomenal”, dijo Steichen en entrevista para ESPN Digital. “Es brillante, inteligente, muy inteligente. Hace todo lo que pidas. Opera en muchos aspectos, analiza video, todas esas cosas. Es muy detallado”.
Ahora en Indianapolis, Ortiz deberá absorber la información del esquema de Steichen, y agregar al aprendizaje que ha llevado a lo largo de los años. Según los que han trabajado con Ortiz en el pasado, eso no debe ser un problema a futuro.
“Estoy seguro de que Diego podría entrar a un equipo ahorita e instalar la ofensiva de Kingsbury”, dijo McGuire. “Instalarla y ejecutarla a un nivel muy alto. Es un tipo que ha estudiado todo. Es su naturaleza, constantemente hablamos de que hay que aprender cosas toda la vida, tener la búsqueda de diferentes conocimientos. Y así vive su vida Diego, es alguien que constantemente está aprendiendo”, continuó.
Oportunidad
Al igual que el programa que lleva el nombre del legendario coach Bill Walsh, la NFL opera otro sistema de apoyo a los entrenadores jóvenes para poder mostrarse en alguna de las 32 franquicias que conforman la liga.
Este lleva el nombre de Tony Dungy, integrante del Salón de la Fama y el primer coach afroamericano en ganar el Super Bowl, en 2006 con los Colts.
Mediante el Tony Dungy Diversity Coaching Fellowship, los Colts buscan agregar entrenadores talentosos a su franquicia mientras expanden su iniciativa de diversidad, equidad e inclusión.
Ortiz fue anunciado en abril de este año, otorgándole la oportunidad necesaria para dar el salto a la NFL. En Indianapolis, se reunirá con Smith, quien a su vez es el encargado principal de trabajar con Jonathan Taylor, quien fue líder en yardas por tierra de toda la liga en 2021.
Otros jugadores notables de la ofensiva incluyen a Michael Pittman Jr., el receptor estelar del equipo, y Richardson, uno de los talentosos quarterbacks jóvenes actualmente dentro de la NFL.
“Un coach joven como él puede aprender que jugadores como (Taylor) nunca toman atajos, siempre están tratando de mejorar”, dijo Smith. “Siempre están buscando algo que les ayudará a elevar su nivel”.
“La manera en la que trabajó fue increíble. Siempre quería hacer cosas distintas, lo que fuera para ayudar”, dijo Steichen. “Y luego llegó esta oportunidad con el programa de Tony Dungy, lo entrevistamos para eso, obviamente teníamos experiencia con él desde antes. Y ha sido muy bueno porque inclusive coaches que terminan con otros equipos, empiezan con lo de Bill Walsh y luego con el programa de Dungy”.
Al menos tres entrenadores que han pasado por el programa de Tony Dungy con los Colts están actualmente en la NFL, por lo que es posible que Ortiz pase a un trabajo incluso más vistoso en un futuro.
Un ascenso impresionante, tomando en cuenta que hace una década, Ortiz pasaba sus domingos viendo la NFL por televisión en México. Este año, ya es un mexicano entrenando en la NFL.
Información de Carlos Nava, Stephen Holder y John Keim fue utilizada en esta historia.