La buena racha de los Bravos continuó el jueves luego que Brian Snitker fuera expulsado. He aquí su argumento - luego que una jugada fuese revisada. De seguro los enfrentamientos de los Bravos versus los Mets se sienten ahora muy diferentes que hace tres semanas atrás, según escribe David O'Brien.
Ya son siete victorias en los últimos ocho juegos para los Bravos, un cambio notable para un equipo que estaba en trayectoria de tener un diferencial de carreras negativo que podía rondar los 300 a principios de esta temporada. Este cambio, en sí mismo, podría ser razón suficiente para que Atlanta ponga freno a la renovación en grande de su personal mientras se prepara para mudarse a un nuevo estadio en la próxima primavera. Los Bravos quieren poder decirle de forma creíble a su base de fanáticos que ya ha pasado lo peor y los peloteros anclas de su roster, como Freddie Freeman, se quedarán en la organización.
Pero Atlanta tiene una ficha interesante de cambio e Julio Teheraán, el lanzador colombiano de 25 años que ha tenido una gran primera mitad de temporada. En 15 aperturas, Teherán tiene efectividad de 2.66, con 24 boletos y 92 ponches en 98 entradas, el tipo de tasa de ponches a boletos que solía atraer mucha atención antes de que Clayton Kershaw rompiera todos los estándares de excelencia. Teherán está recibiendo puntos adicionales de los ejecutivos rivales por lograr algunas de las mejores salidas de su joven carrera mientras juega para un equipo que entró a la temporada sin posibilidad alguna de llegar a la postemporada. Para muchos jugadores, es más fácil mantener la concentración cuando todo alrededor de ellos está saliendo bien, y que Teherán esté haciendo lo que ha estado haciendo en un equipo malo no está pasando desapercibido.
Pero a los ojos de algunos evaluadores, Teherán sigue necesitando un historial más grande antes de ue estén dispuestos a ceder un paquete grande de jugadores. Para algunos evaluadores, Teherán está más cerca de ser un Shelby Miller -- un lanzador más propenso a estar en el medio de una rotación que encabezándola - que de ser un Cole Hamels.
"Yo no sé lo que él es, exactamente", dijo un escucha.
El año pasado, Teherán tuvo efectividad por encima de 4.00 y permitió 27 jonrones, y este año, está luciendo mejor con métricas más tradicionales, como la efectividad, que en las más avanzadas, como el xFIP, que mide números independientes de fildeo: En esa estadística, Teherán se ubica en el puesto 47 entre 96 lanzadores calificados.
Pero Teherán sigue siendo relativamente joven, y debido a que firmó un contrato a largo plazo temprano en su carrera, su contrato es increíblemente amigable para el equipo. Teherán se está ganando $3.3 millones este año, $6.3 millones la temporada que viene, $8 millones en el 2018, $11 millones en el 2019, y los Bravos tienen una opción por $12 millones para el 2020. Existe una tremenda certeza de costo en este acuerdo, dada la producción de actuación sólida de Teherán y el aumento en el costo del pitcheo en el invierno pasado.
El contrato de Teherán, por sí mismo, le da a los Bravos algo de valor más allá de su actuación.
Atlanta debería escuchar ofertas por Teherán en los últimos 38 días antes de la fecha límite de cambios directos, pero a menos que algún equipo esté dispuesto a darle a los Bravos algo parecido a lo que recibieron por Miller, quizás sea mejor para ellos el esperar. A menos que haya algo en el modo de lanzar de Teherán o en su carga de trabajo que el personal de los Bravos se esté preocupando por una posible caída, probablemente le rinda beneficios a ellos el darle a otros equipos la oportunidad de ver a Teherán sostener su éxito en el resto de esta temporada, y darle a ellos una mejor oportunidad de aprender sobre el resto de su pitcheo en su organización.
No se espera que los Bravos ganen en el 2017 debido a que van a depender de demasiados prospectos jóvenes, y el hecho es que su nuevo estadio se venderá por sí solo. Pero comenzará a haber un cambio en el 2018, una expectativa creciente, y Atlanta va a necesitar un abridor veterano que pueda liderar a la camada de lanzadores jóvenes que los Bravos han logrado juntar gracias a varios cambios. Si Atlanta cambia a Teherán en este verano, podrían encontrarse a sí mismos buscando un lanzador exactamente igual que él dentro de dos años - relativamente joven, barato, experimentado y efectivo.