Más allá de la suspensión del torneo clasificatorio de Arizona, ni una palabra más se ha dicho sobre el Clásico Mundial de Béisbol de 2021. Algo lógico cuando falta poco menos de un año para la cita más importante del béisbol a nivel de selecciones nacionales y la incertidumbre en torno a la presente temporada de Major League Baseball (MLB) por causa del coronavirus ocupa la mente de directivos, jugadores y aficionados.
Pero, ¿el COVID-19 podría incidir en la suspensión del Clásico Mundial?
Afirmar que sí sería temerario a esta altura del juego. Falta mucho tiempo para la justa, prevista entre el 9 y el 23 de marzo del próximo año. Sin embargo, no debería sorprender una posposición o una cancelación extraordinaria.
Vayamos por partes. MLB, máxima gestora de la competición, ahora mismo no tiene en su agenda esa posibilidad. Su prioridad es lidiar con los efectos, deportivos y económicos, de la pandemia global que ya le obligó a cancelar los entrenamientos primaverales y aplazar el inicio de la campaña 2020.
Pero, tomando como patrón lo acontecido en las previas de las ediciones anteriores --cuando el argumento de las lesiones o el cansancio se utilizó reiteradamente para negar la liberación de peloteros-- y esta circunstancia excepcional del coronavirus, Rob Manfred y su equipo de trabajo tendrán un frente abierto para el próximo año con los dueños de equipos que seguramente harán lo imposible para evitar la sucesión de temporadas bajas atípicas.
A su favor contarán con que un buen número de jugadores seguramente darán el sí a la convocatoria de sus selecciones nacionales e incluso, acortarán sus vacaciones -ya de por sí reducidas por el inicio a mediados de mayo de la temporada 2020- para prepararse. De hecho, ya hay varios pesos pesados del deporte que han asegurado que el Clásico es una prioridad.
Recientemente, el dominicano Albert Pujols dijo a los colegas de ESPN Ernesto Jerez y Leonte Landino que "a mí que lleven así sea de coach mental del equipo, el 2021 será mi último año en Grandes Ligas y quiero cerrar mi carrera representando una vez más a Dominicana (como en 2006). Yo voy en la capacidad que sea y hago lo que quieran que yo haga".
El miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, Vladimir Guerrero, confesó que "Yo no tuve la oportunidad de jugar ninguno de los Clásicos por diferentes razones y lesiones y quizás eso me faltó en mi carrera, pero ahora le toca a mi hijo (Vlad Guerrero Jr) poder representarnos en este equipo y representar a nuestro país"
Mientras los dominicanos ya calientan la posibilidad, los boricuas tampoco se quedan atrás. El cerrador de los New York Mets, Edwin Díaz, hace unos días utilizó su cuenta de Instagram para convocar a sus colegas para rearmar el Team Rubio. La respuesta no se hizo esperar y figuras como Yadier Molina, Francisco Lindor y Kike Hernández aseguraron que están "puestos pa' eso ya".
Otros que se han puesto las pilas en esta pausa son los jugadores de Estados Unidos. El lanzador de los New York Mets, Marcus Stroman, ha aprovechado la inactividad para reclutar -a través de social media- a varios jugadores de alto calibre y armar lo que él mismo bautizó como el "Dream Team". Nombres rimbombantes como Nolan Arenado, Pete Alonso, Christian Yelich, Trevor Bauer, Cody Bellinger, Blake Snell y Walker Buehler, entre otros, respondieron afirmativamente al llamado.
Champ champs. Can't wait to defend that title! 🥇 @USABaseball @ChrisArcher22 @SimplyAJ10 pic.twitter.com/me07FgSRlw
— Marcus Stroman (@STR0) March 19, 2020
La disposición de Manfred y los peloteros, además del dinero que dejará el Clásico, no bastan. A los dueños de equipos les importa un comino -o muy poco para no ser absoluto-, la competición. Ellos velarán por sus intereses. Y su enfoque estará dirigido a preservar a sus activos, por los que pagan millones de dólares, de posibles lesiones dada la peculiar situación en la que llegarán a la temporada baja de 2021.
Quizás sobre sus hombros no recaiga la última palabra, pero si algo pueden dar por sentado, es que los dueños presionarán hasta el cansancio para cancelar, o al menos posponer, el Clásico.