Volver a la Libertadores y a la Copa América y mezclarse mas con las MLS. Los objetivos futbolísticos parecen muy claros para el futbol mexicano que al mismo tiempo ha lanzado una cruzada interna para tratar de regularizarse en temas administrativos. La gestión de Yon de Luisa ha comenzado, como se esperaba, con grandes retos por delante, donde al final del día, deberá equilibrar el negocio -la industria- con la parte deportiva -el futbol-. La pregunta es: ¿Lo podrá lograr?
SAN DIEGO, CA.- Volver a Sudamérica y penetrar, como sea, la frontera norte. En apenas algunos días de gestión, Yon de Luisa ha marcado el rumbo del futbol mexicano para llevarlo a los niveles de internacionalización que jamás ha alcanzado.
Al mismo tiempo, habrá una cruzada para regularizar ciertos temas administrativos que descubren una parte obscura de un futbol que no corresponde al México que vivimos y que queremos todos los mexicanos. Hay mucho trabajo por hacer: “limpiar” a los clubes de sus irregularidades (ya lo comenzó la Secretaría de Hacienda con el Veracruz que podría ser desafilado), encontrar la forma de terminar con las multipropiedades, aplicar el VAR para mejorar la aplicación de la justicia en el campo de juego y revisar a profundidad y con la delicadeza necesaria la relación de los clubes con los futbolistas, que son, al fin y al cabo, la materia prima de este deporte. Todo eso y mucho mas está en la agenda de De Luisa cuando su camino como presidente de la FMF apenas comienza.
Pero quizá los dos puntos mas relevantes radican en buscar la competencia y el fogueo que requiere el futbol mexicano para seguir creciendo. México está buscando -lo dijo anoche en Futbol Picante Enrique Bonilla- la eventual vuelta a los torneos sudamericanos, tanto en clubes como en selecciones. Y también se analiza una alianza con la MLS para mezclar los torneos de Copa. Los dos caminos son buenos, urgentes y necesarios para el beneficio de cancha del futbol de México.
La Copa Libertadores significa un fogueo futbolístico en toda la expresión de la palabra. La exigencia técnica, física y mental del torneo va más allá de lo que México suele encontrar en su área futbolística. La Copa América significa codearse con selecciones históricas del futbol: Argentina, Brasil, Uruguay. Y encontrar la manera de hacer más atractivo el torneo copero puede ser también una forma de mezclarte con la siempre boyante economía del futbol estadounidense: ¿Se imaginan un miércoles de Copa con el América recibiendo al Galaxy de Ibrahimovic y los hermanos Dos Santos en el Estadio Azteca? Ya De Luisa es el hombre importante de México en la organización conjunta del Mundial del 2026.
El futbol mexicano tiene muchos retos por delante. Los hay en materia deportiva que son fundamentales para seguir creciendo y los hay en materia administrativa que son urgentes para mantener sanas y fuertes las estructuras. Al final del día, De Luisa deberá equilibrar el negocio -la industria- con la parte deportiva -el futbol-. La pregunta es: ¿Lo podrá lograr?