<
>

Es un futbol de 'niños'...

Los increíbles resultados que ha tenido el futbol mexicano a nivel Sub-17 lo establecen ya como una potencia en ese nivel del juego. Lo que queda claro que es que México sobra talento futbolístico, pero algo, indudablemente, sucede cuando esos chicos deben pasar a la adolescencia y luego a la adultez futbolística. ¿Será el dinero? ¿La presión? ¿La industria misma? ¿Qué le sucede al jugador y a las selecciones mexicanas? Por lo pronto, el nuestro es un 'futbol de niños', porque ellos sí que tienen el nivel de juego soñado por los aficionados mexicanos, uno que se aproxima peligrosamente al de las grandes potencias del juego.

SAN DIEGO, CA.- A los ojos de nuestro futbol, esos niños lo tienen todo, todo lo que jamás han soñado los aficionados mexicanos para con su futbol. Una selección, un equipo que es capaz de presentarse en las fases finales de los Mundiales de futbol con un protagonismo real y la suficiente frecuencia para que las grandes potencias del juego les tomen en serio. Nuestro futbol es de niños. Quisiera pensar que estamos en esa etapa y que algún día, no muy lejano, dejaremos la niñez, nos apoderáremos de la adolescencia y luego seremos adultos plenos, ganadores y gloriosos. Si todo fuera tan sencillo como la evolución…

Desde que obtuvo el histórico mundial del año 2005 en Perú y hasta a la fecha, es decir, en los últimos 14 años, el futbol mexicano a nivel Sub-17 ha llegado a 4 semifinales, incluyendo otro título, conseguido en casa en el 2011. Los infantes mexicanos han pisado con fuerza en diferentes generaciones y cada vez que se le ha exigido mostrar una escena competitiva. Lo han hecho con diferentes estilos de juegos, de entrenadores, de futbolistas y de personalidades. Lo han hecho siempre en la misma edad. ¿Qué pasa después? Esa es la pregunta que resuelve al gran acertijo de nuestro futbol.

La que queda más que resuelta es la interrogante sobre si hay talento en el futbol de México. Lo hay y yo diría que en exceso. El problema viene, ciertamente, cuando esos niños deben crecer y pasar a ser adolescentes y luego adultos. Algo se descompone, se pudre, se interpone en el camino. No sé si sea la faceta profesional, el dinero, los promotores, los intereses, la presión o el nivel del juego, pero esos 'chicos' que prometen comerse a puños el futuro terminan truncados o transformados en jugadores que no pasan de la media histórica de nuestro futbol y que ofrecen los mismos resultados de siempre en una selección mayor.

La selección de México ha vuelto a lograr un Mundial de grandes resultados a nivel Sub-17, esta vez en Brasil, colocándose en un sitio a donde mezcla su nombre con el de potencias del juego como la selección de casa, Italia, Holanda, Francia y España, verdaderas potencias del juego.

@Faitelson_ESPN