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Pidiendo piedad, Chivas gana una tregua

LOS ÁNGELES -- Chivas amenazó con ganar entre alaridos. Pero termina ganando entre plegarias. 0-1 sobre Xolos, rompiendo la hegemonía en casa desde 2011.

La victoria, con todo su drama y cuestionamientos, con las formas poco elegantes, pero es un bálsamo prodigioso, para estas Chivas, el equipo del morbo de 2020, que venían de semanas cargadas de derrotas y de escandalitos cortesía del bailaor Chicote Calderón y el remilgoso Miguel Ponce.

Además, claro, Luis Fernando Tena resopla, porque su batería tenía menos carga que celular de milenial. Y claro, Ricardo Peláez ve que su santoral de estampitas, a veces hace milagritos.

Guadalajara canjeó una joya a los tres minutos. Trazos de ingeniería civil. Chapito Guzmán, como billarista, a Uriel Antuna, quien enfila y tira una diagonal que esquiva los botines de jugadores de Xolos, para citarse con el arribo pleno de J.J. Macías, quien empalma y sentencia.

La arquitectura simplista detrás del gol de Chivas era una maravillosa insinuación de resarcirse, de reivindicarse, especialmente porque fue controlando a Xolos, pero…

Sí, pero especialmente porque alguna vez dijo Luis Fernando Tena que “es más fácil jugar con diez que con once”, y por lo visto lo arrastra como un complejo, como una tara, como un tabú, como un estigma psicótico, porque, nuevamente jugando con uno más, Chivas empezó a verse menos.

Sí, al minuto 19, Mauro Láinez le abre una alcancía en la frente al Chapito Sánchez, en una jugada accidentada, y se lleva la roja.

Curioso, porque Xolos se sobrepuso a jugar con diez y Chivas no se sobrepuso a jugar contra diez, aunque el boquete físico, emocional y futbolístico que era Miguel Ponce, emparejaba los circunstancias.

Durante tantos años como entrenador, Tena parece haber reprobado desde párvulos la clase de “Cómo jugar contra diez sin morir en el intento”, porque sus cambios fueron más allá de discretos, sino equivocados.

En el planteamiento, a pesar de que los perros aztecas querían encaminarlo al infierno, el técnico de Chivas optó por recular, aguantar, y apostar por un contragolpe, para lo cual su equipo se veía timorato.

Ahí lo grave. La controversial decisión arbitral de expulsar a Láinez, y el gol de ventaja desde el minuto tres, le servían la mesa a Tena y sus Chivas para despacharse, especialmente al contar con un equipo más dinámico, más veloz y que transmitía esa ansia de revancha tras tanto varapalo.

Pero, con la mesa puesta para un banquete, pareció que El Flaco se encerró en el closet, a oscuras, a comer galletitas saladas para el susto, porque Xolos reaccionó al darse cuenta que Chivas tenía miedo a la posibilidad de ganar.

Chivas pierde a Jesús Molina por lesión muscular, y lo releva el Gallito Vázquez al cierre del primer tiempo, en un ajuste necesario, pero que confirmaba que la consigna no era la audacia por el triunfo, sino evitar una nueva derrota.

Sin embargo, más allá de la pusilanimidad en el pizarrón y de que Ponce permitía una fiesta por su costado, donde los Xolos corrían felices como en un galgódromo, el grupo de jugadores rojiblancos mantuvo un temperamento sólido, que incluso, por momentos, le permitió asear el trabajo de recuperación, aunque, insisto, sin alardes de calidad a la ofensiva.

En Chivas llegaron los cambios extraños. Sacó a Macías y metió a La Chofis López, cuando es evidente que el primero, con calambres incluso, es más útil que su relevo en plenitud.

El ingreso de Rolando Cisneros por Antuna ajustó momentáneamente cuando Xolos había recibido un segundo aire con el empuje inicial de Edwin Cardona, aunque terminó, a su estilo, tirando más patadas que servicios de gol.

Para coronar su noche de pesadilla, Miguel Ponce regala un penalti a Xolos, pero Brayan Angulo lo cobra de manera negligente, tal vez azuzado por los movimiento de Toño Rodríguez, en jugada que fortaleció el estoicismo rojiblanco en defensa.

La victoria, insisto, apaga la pira encendida para cortesía de Tena, pero quedará disponible para los partidos inmediatos recibiendo al León, visitando al Atlas y dando hospedaje a Monterrey