Victorias y títulos en el automovilismo argentino crearon un bastión de hinchas de Agustín Canapino. Especialmente, claro, desde los embanderados por Chevrolet. En la Argentina, la rivalidad del Moño con Ford es un clásico tan fuerte como cualquier derby futbolero del mundo. La salida del bonaerense de las pistas de su país para correr en IndyCar (que se ve por Star+) dejaron un vacío en los que lo alentaban cada domingo, aunque ahora los que lo siguen y animan son más, porque su incursión en Estados Unidos provocó que muchos dejaran a un lado la grieta de los colores para seguir la bandera de la Argentina. De hecho, no son pocos los amantes de las carreras locales que están descubriendo el mundo de la Indy.
Sin embargo, Canapino, es cauto sobre esos hinchas que siguen sus carreras en el norte de América y que vibran con sus peleas en pista. “Nunca tuve ese papel porque yo fui un piloto que corrió siempre a nivel nacional. Nunca hice una carrera internacional buscando representar a la Argentina. Es como que no me siento en el lugar de representar al país. Yo venía a Estados Unidos a hacer una experiencia como Agustín, sin representar a nadie, eso se lo dejo a los que se van desde chicos, la pelean y que tan bien nos dejan parados. Pero bueno, si sucede, me encanta, bienvenido sea. Ocurre que acá tampoco me doy cuenta tanto, sí lo noté antes de Texas, que estuve de visita en la Argentina y vi una euforia que superaba a cuando gané mi cuarto título de TC.
-Hay un proyecto en ciernes de que IndyCar visite la Argentina en 2024, ¿te imaginás corriendo ante tu gente?
-Ojalá, sería la frutilla del postre. Además de genial, porque seguiría un año más en IndyCar, que es el objetivo, y corriendo en la Argentina. Me gustaría porque quiero que la gente vea la categoría, lo potentes que son los autos, lo rápido que van. Seria fantástico.