Por qué Checo Pérez siente que los ataques y críticas hacia él por su desempeño en F1 tienen un trasfondo personal en muchos casos.
AUSTIN, Texas.- ‘En la Fórmula 1 todo mundo tiene una agenda’ que seguir, ese fue una de las líneas que más repitió Sergio Pérez en el jueves con los medios que antecedió a la actividad en pista del Gran Premio de Estados Unidos en Austin.
¿Por qué? Básicamente porque hubo muchas preguntas por parte de los medios sobre los rumores y comentarios emitidos por personajes de todo tipo alrededor de su futuro en la F1 y particularmente con Red Bull.
“Tengo contrato y conversaciones con el equipo también, no hay razón para no completar el contrato”, dijo Checo Pérez cuando le comentaron en la rueda de prensa con medios escritos si había hablado con Christian Horner sobre cumplir su contrato que vence hasta 2024 y si podría mantenerse más tiempo.
“Es lo mismo, todo mundo en Fórmula 1 tiene su propia agenda, periodistas, equipos, todos quieren crear la mejor historia posible. El equipo pasa por un gran momento, Helmut (Marko) es una parte muy importante para el equipo, lo mismo que Christian (Horner), pero veremos más rumores alrededor”, señaló Checo cuando le cuestionaron sobre la supuesta mala relación entre los directivos de Red Bull.
Antes había usado el término “agenda” sobre los dichos sin fundamento que corren por las redes sociales encendidos por personajes que creen cualquier cosa y que interpretan lo que ven en la televisión de forma fantasiosa, pero también dijo que esos personajes reconocidos de la F1 que han entrado a la arena para cuestionar su continuidad tienen intereses propios que los mueven.
“Creo que al final del día estamos en un gran momento como equipo, creo que cada quien en la Fórmula 1, la misma prensa tiene una agenda es algo con lo que tenemos que lidiar, el equipo está en un gran momento y estamos más unidos que nunca, yo creo”, dijo.
Voces como la de Gerhard Berger, Ralf Schumacher, Helmut Marko han visto reproducidos en la prensa sus comentarios y críticas en la prensa rumores sin fondo u opinando negativamente sobre Checo Pérez, pero como dice el tapatío, no es difícil adivinar la motivación detrás de las críticas de algunos personajes.
Lo que sí no vale la pena ni mencionar son los rumores sin fuentes corroboradas y soltados al aire de forma anónima, como aquel que sugería su retiro.
En el tema de la “agenda” en el caso de Berger, un gran expiloto austriaco tiene el respaldo de su experiencia y jerarquía, pero es difícil no creer que su relación familiar con Daniel Ricciardo no abona un poco a sus palabras.
Berger es padre de Heidi Berger, novia del actual piloto de AlphaTauri, Daniel Ricciardo, a quien se menciona entre algunos medios como el sustituto más adecuado para entrar en el lugar de Checo, si es que Red Bull decidiera romper su contrato.
En el caso de Ralf Schumacher, quien se ha atrevido a decir abiertamente que Checo Pérez será despedido de Red Bull, tiene también un motivo de sangre para querer ver abiertos asientos en la F1.
Ralf es tío de Mick Schumacher, hijo de su hermano Michael. Mick, como sabemos, perdió su asiento en Haas y actualmente es piloto reserva en Mercedes.
No es que Ralf pretenda que Mick ocupe el lugar de Checo Pérez en Red Bull, pero sí sería conveniente un movimiento así para que se sacudiera el mercado de pilotos, actualmente cerrado con todos los pilotos detentando un contrato hasta finales de 2024, por lo menos.
Schumacher necesita que inicie el juego de las sillas para volver a tener chance de meterse a la F1.
En el caso de Helmut Marko lleva mucho tiempo como encargado del fuego amigo al interior de Red Bull. Un hombre sin filtros cuya principal motivación siempre ha sido mantener su rol como proveedor de talento para los equipos de la bebida energizante.
Marko no tiene filtros, es un hombre de otro tiempo, un pasado donde no sucedía nada si se emitían comentarios de corte racista o denigrante, pero ya se llevó una fuerte llamada de atención por aquel desafortunado momento en que llamó a Checo Pérez “sudamericano” en forma peyorativa. Quizás la agenda de Marko sea un asunto más personal.
El tema es que la crisis de resultados de Checo Pérez es el caldo de cultivo ideal en la prensa, sobre todo europea, la parte más delgada del hilo más deseado de la F1, donde su muy cotizado asiento en F1 puede ser cuestionado por aquellos que quisieran, por una u otra cosa verlo fuera de él y que en su lugar estuviera alguien de su predilección. Así de sencillo.
Como ejemplo están los expilotos y ahora comentaristas de Países Bajos Jan Lammers y Robert Doornbos que concluyeron que lo que así Cheo Pérez con el RB19 era “casi criminal”, que “hace el ridículo” y que deberá ser bajado por Red Bull a la brevedad.
Sobra decir que en Países Bajos, Checo Pérez no es precisamente popular, pero hay datos que muestran una carga emocional extra como que Doornbos fue piloto de Red Bull en 2006 y no fue capaz de sumar un solo punto.
O también Lammers, piloto que no sumo un solo punto en 41 Grandes Premios.
La lista es grande, pero se pueden mencionar otros como Daniel Juncadella, quien ha soltado dardos contra Checo por tener patrocinios, pero no comenta que cuando eran compañeros en Force India en 2014 es más recordado por haber chocado el coche del mexicano en las libres del GP de Brasil y que, aunque talentoso, nunca pudo establecer una carrera en F1.
En fin, para Checo Pérez, los ataques no son gratuitos y que responden a la agenda personal de muchos que ven en su mal momento de la temporada, la situación ideal para lanzarse en críticas contra él.
“Es algo con lo que tenemos que lidiar”, dijo Checo Pérez en Austin.