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IndyCar: Agustín Canapino y un impensado cierre en Iowa

Después de firmar su mejor clasificación en la categoría, el argentino sufrió un trompo en la segunda carrera en el trióvalo, debió ser asistido y perdió toda chance de pelear arriba.

Ni el más agorero podría haber imaginado que Agustín Canapino cerraría su visita a Iowa tan mal después de la enorme clasificación que protagonizó. Pero cuando la mano viene cambiada… Si el sábado, en la primera de las dos carreras pactadas en el trióvalo de Iowa había sido malo para el piloto argentino, lo del domingo no se quedó atrás. Un trompo cuando se habían cumplido 100 vueltas lo dejó tirado en la pista, con el motor detenido, debió esperar la asistencia de los auxiliares y, tras pasar por boxes, pudo volver a la pista con 14 vueltas perdidas.

El sábado por la tarde, el Titán había conseguido el décimo lugar de partida para la segunda competencia (11ª cita) y el 16º para la primera (10ª). El panorama pintaba más que bien para el corredor y para el equipo Juncos Hollinger Racing. La chance de sumar buenos puntos estaba latente. Pero todo comenzó a complicarse en la carrera del sábado a la noche en la que Canapino apenas duró 11 segundos. Sí, en la partida nomás fue enganchado por David Malukas (entró en trompo), quien lo arrastró contra el muro. Y si faltaba algo, fue duramente embestido por su compañero Romain Grosjean. Su Dallara-Chevrolet quedó destruido.

Los mecánicos del equipo de Ricardo Juncos y Brad Hollinger debieron trabajar durante toda la noche para poder reparar el auto del tetracampeón de TC. El milagro se produjo y la categoría le permitió a Canapino dar unas vueltas de instalación para comprobar que todo estuviera bien. En un óvalo, con las velocidades que se desarrollan, no se puede salir sin confianza en el auto. Todo respondió bien y Canapino pudo ocupar el décimo lugar de partida.

En el pique, el Titán perdió tres lugares, quedó 13º y así se mantuvo, con buen ritmo, hasta la vuelta 98, cuando fue a boxes. La carrera, anodina y aburrida, no generaba alternativas. Era un trencito en el óvalo. Canapino se detuvo en pits, el trabajo fue correcto y volvió. Pero dos giros después, llegó el trompo.

Con 14 vueltas menos, el argentino volvió a pista y, atrás de todo, se mantuvo en ritmo. Es más, su vuelta más rápida fue de 18s680, contra los 18s707 que logró como récord su compañero Grosjean.

Iowa terminó muy mal para Canapino (finalmente abandonó cerca del final), cuando todo indicaba que estaba ante la gran chance de conseguir su mejor resultado en IndyCar (12º fue lo mejor que consiguió). Pero no pudo ser. La revancha será en una semana en Toronto.