El piloto argentino debutará en 2026 en la telonera de F1 con el equipo VAR y habló en Buenos Aires, antes de viajar a Abu Dhabi para los ensayos de postemporada sobre sus metas, la máxima categoría y sus cambios de manejo para parar de endurance a fórmula.
La tórrida tarde de Buenos Aires es la clara señal de que el verano está cada vez más cerca. El aire acondicionado de la sala de eventos de la Asociación Argentina de Volantes es un bálsamo para la gran cantidad de periodistas que se acercaron a la conferencia de Nicolás Varrone. El piloto argentino está a punto de ser homenajeado por la entidad por su llegada a Fórmula 2, categoría en la que debutará en 2026 con el equipo neerlandés Van Amersfoort, que tiene un propietario mexicano, el padre de Rafael Villagómez, el futuro compañero del bonaerense. Vestido con una remera negra y jean, Varrone recibe un diploma de la comisión directiva de la AAV y se sienta a charlar con los medios sobre su futuro en la telonera de la F2.
El piloto argentino tuvo una destacada tarea en carrera de larga duración y es piloto oficial Corvette para IMSA. En 2025 corrió el Mundial WEC con un hypercar del equipo Proton. Su futuro, a punto de cumplir 25 años (nació el 6/12/2000) parecía definitivamente del lado de las competencias de sport prototipos. Sin embargo, dos hechos encendieron la llama de reverdecer el sueño de F1: Franco Colapinto y Cadillac. La llegada del actual piloto de Alpine a la máxima categoría generó un bum en la Argentina, especialmente en empresas que aportan dinero. A eso se le sumó la llegada de la marca de lujo de General Motors (Covette forma parte de la familia) a la F1 a partir de 2026. Todo ese círculo llevó al grupo de trabajo de Varrone a explorar su vuelta a los monopostos y en F2.
La tarea no fue sencilla porque las butacas estaban ocupadas. De hecho, la del equipo VAR en la que se sentará el argentino tenía a John Bennett (actual piloto del equipo) como uno fuerte aspirante. Sin embargo, el proyecto Varrone pudo más y llegó la esperada firma. Con el apoyo de cuatro compañías argentinas (pueden sumarse tres más en los próximos días), se pudo cubrir el presupuesto. El promedio de la categoría está en los 3,4 millones de euros la temporada. Con todo confirmado, Nico comenzó a trabajar.
La semana pasada estuvo en la base del equipo trabajando en el simulador. Probó la pista de Abu Dhabi, Melbourne y Yeda. La primera, porque será el lugar donde el 10, 11 y 12 de diciembre participará de los ensayos de postemporada. Serán tres días arriba del auto del equipo VAR. Los otros dos se trata de circuitos desconocidos para Varrone y donde se disputarán dos de las tres primeras fechas del año que viene (Baréin está en el medio, pero allí corrió con el WEC). De vuelta en la Argentina, continuó con su trabajo físico, con el foco puesto en el tren superior, porque el auto de F2 tiene una dirección muy dura. La próxima semana viajará a Abu Dhabi y vivirá el fin de semana de la cita de cierre con el equipo VAR para aprender bien de cerca los procedimientos de carrera. Todo está en marcha.
“La Fórmula 2 es una nueva aventura. Mi carrera fue diferente, siempre tuve que rebuscarla. Arranqué en fórmula, después en endurance y así son las cosas de la vida, que nada es imposible y vuelvo al camino de fórmula y en una categoría tan importante como la F2. No importa cómo es el camino, es diferente en la vida de todos. Se me vuelve a presentar la oportunidad, me pone muy feliz, me estoy preparando al máximo en todo sentido para estar lo mejor posible. Será una experiencia nueva con mucho por aprender. Nunca pensé que esto iba a llegar para mí, lo soñé mucho, pero son tantas cosas que se tienen que alinear, presupuesto, suerte, todo”, cuenta Varrone sentado en una silla sobre un pequeño escenario.
Cuando comienza la ronda de preguntas, ESPN.com lo consulta sobre su objetivo para 2026 en F2: “No me pongo un objetivo de resultados. Tal vez quiero ser top 5 y me va mal. O digo de estar entre los 15 y quedo entre los cinco. Hasta que no me suba al auto y tenga una referencia no sabré donde estoy parado. Me pongo un objetivo personal que es tratar de ser mi mejor versión. Hoy estoy físicamente mejor que nunca, mentalmente estoy trabajando mucho y estoy muy enfocado en esta posibilidad. Estoy tratando de aprovechar los ensayos y llegar a Melbourne. Y después de la `primera fecha ahí tendré un parámetro para saber dónde debo trabajar”.
Varrone viene de correr en endurance, carreras muy diferentes a las que se encontrará en Fórmula 2. Consultado por ESPN.com sobre el chip que deberá modificar, el bonaerense dice: “A las carreras de endurance les queda el nombre nada más. Antes había que cuidar frenos y otras cosas. Hoy pueden correr 48 horas sin problemas. Las 24 Horas de Le Mans son 24 horas a fondo. Cuando me subí al F2 aprendí que la goma te dura diez vueltas y, si no las gestionás, las pasás de temperatura y perdés mucho. Son carreras cortas, pero se cuidan más las cubiertas que en endurance. Deberé cambiar mi estilo de manejo para eso. En las pruebas me pasó (NdeR: participó con AIX de Abu Dhabi en 2024), me dijeron que tenía que cuidar los neumáticos y yo salí cuidando en un stint de carrera. Pero me di cuenta de que tenía que elevar por cinco el cuidado. Hay que ser gentil con las gomas para mantenerlos. En prototipos es más fino el manejo, con menos volante. F2 es un auto bastante pesado y en las curvas de media velocidad se tira un manijazo y hay que esperar que roten. Pero tengo bastantes días para adaptarme”.
Corvette quería que Varrone tuviera un programa más completo en 2026 dentro de IMSA, pero desde la empresa entendieron y apoyaron la chance de F2. Eso sí, correrá cuatro o cinco carreras en Estados Unidos con la marca de GM. En enero correrá las 24 Horas de Daytona; en marzo, las 12 Horas de Sebring; y en octubre, Petit Le Mans. Claro, de reojo mirará ese sueño llamado Fórmula 1, que desde el entorno lo ven como una posibilidad. Cadillac reclutó al estadounidense Colton Herta para sumarlo a la estructura que tendrá a Valtteri Bottas y Checo Pérez como titulares. El expiloto de IndyCar correrá en F2 en 2026. “¿Y si Nico le gana claramente el año que viene? Desde la marca lo verán, porque pertenece a ellos”, le dijeron por lo bajo a ESPN.com mientras los invitados degustaban algunos bocaditos.
Varrone, de todas formas, tiene los pies en la tierra: “La F1 sería un sueño, pero tengo los pies sobre la tierra y el objetivo es la Fórmula 2. Siempre está la posibilidad y estar en la familia de Cadillac, pero hay que desbloquear niveles como en un juego de computadora”, dice. La tarde se transforma en noche en Buenos Aires. La temperatura sigue tórrida. “Vino un montón de gente, no esperaba tanta”, es la última frase de Nico. El objetivo F2 está en marcha.