"Estoy con una expectativa muy buena para esta carrera y mis estadísticas aquí no son nada malas", dijo en una rueda de prensa en Sao Paulo, al hacer referencia a su historial en el circuito de Interlagos.

Schumacher ha disputado once veces el Gran Premio de Brasil y con sus cuatro triunfos es el segundo piloto con más victorias en el circuito paulista, después del francés Alain Prost, que se impuso seis veces.

El alemán ganó en 1994 y 1995 con la escudería Benetton, y en 2000 y 2002 cruzó la meta en primer lugar con el coche de Ferrari.

Schumacher, que en esta temporada quedó en cuarto en Australia y sexto en Malasia, consideró que los pilotos de McLaren-Mercedes, el escocés David Coulthard y el finlandés Kimi Raikkonen, vencedores de esas dos pruebas, serán los rivales más peligrosos en Brasil.

"Con seguridad, los McLaren van a ser los rivales a vencer en esta carrera", dijo, y agregó que no hace diferencias entre Coulthard y Raikkonen, "porque ambos están en el mismo nivel".

Según Schumacher, las nuevas reglas de la Fórmula Uno han dejado el campeonato de este año más abierto y cualquiera de los pilotos de Ferrari, McLaren y Williams tiene posibilidades de vencer.

"Los pilotos de los tres principales equipos están parejos y no se puede vaticinar quién es favorito al título de este año", dijo un diplomático quíntuple campeón mundial.

Schumacher descartó además la posibilidad de anticipar su retirada de las pistas si esta temporada no le resulta tan positiva como las dos últimas, y dijo que aunque el comienzo ha sido flojo, "siempre miro hacia adelante y nunca para atrás".

Al ser preguntado sobre su fama de cometer errores en la pista cuando está bajo presión, como ahora, respondió tajantemente que cada uno se forma la imagen que quiera de él.

"Son dos reputaciones. Una dice que soy malo bajo presión, y otra dice que soy muy bueno. Ustedes escogen la que prefieran", anotó.

El piloto alemán expresó también que le gustaba más el antiguo sistema de clasificación para la parrilla de salida porque se podía trabajar más el coche entre la sesión del sábado y la carrera del domingo.

Schumacher soltó elogios para su compañero de equipo, el brasileño Rubens Barrichello, y señaló que cada vez es más difícil ganarle porque "está mucho más rápido y más consistente".

En unas declaraciones posteriores Barrichello devolvió los elogios y afirmó que aunque sueña con ser campeón del mundo, no considera a Schumacher como un rival.

"Mi batalla no es con Michael, formamos un equipo y nos divertimos. Michael se ha merecido todos los títulos conquistados", señaló.

Sobre el nuevo carro de Ferrari, el F2003-GA, que la escudería italiana debe estrenar en el Gran Premio de San Marino, cuarta prueba puntuable de la temporada, Barrichello anotó que es más rápido y más avanzado en todos los aspectos, y si no ha sido estrenado es porque su equipo quiere estar seguro de su rendimiento.