Raikkonen había subido a lo más alto del podio en la última prueba, disputada en Interlagos, que fue muy accidentada a causa de la lluvia y que tuvo que ser suspendida después del percance que sufrió el español Fernando Alonso (Renault), que concluyó tercero en esa carrera.

La prueba disputada en el autódromo José Carlos Pace de Sao Paulo concluyó con un Alonso hospitalizado que no pudo subirse al podio en el que Kimi Raikkonen ocupó el puesto de honor, flanqueado por Fisichella, que se había creído ganador instantes antes, y con el tercer peldaño del 'cajón', reservado para el español, vacío.

Sólo cinco días más tarde, atendiendo la reclamación de la escudería que capitanea Eddie Jordan, la Federación Internacional (FIA) anunció que el vencedor del GP de Brasil había sido Fisichella, al demostrarse que éste había iniciado la vuelta 56 en el momento de la suspensión y por tanto, la clasificación final debía ser la que figuraba dos giros antes, en la 54. Esta decisión no afectó a Alonso, que mantuvo el tercer puesto.

El viernes en Imola, Fisichella fue homenajeado en una pequeña ceremonia en la línea de meta del circuito, en la que él y Raikkonen se intercambiaron, delante de sus respectivos coches, los trofeos de Brasil y en la que estuvieron presentes Eddie Jordan y Ron Dennis, el capitán de la escudería McLaren-Mercedes.