Obviamente ningún runner quiere sufrir lesiones, Pero también la realidad muestra que aún cuando tomemos todos los recaudos necesarios, nadie está 100% exento de caer en estas dolencias. Y si te pasó muy posiblemente tuviste la mala fortuna de verte obligado a cortar tus entrenamientos. Si te volviste a lesionar, ten presente que el reposo absoluto después de una lesión no siempre es la mejor medicina.
No importa la razón por la que te hayas lesionado: una torcedura, un esguince, exceso de entrenamiento, mala pisada o no usar las zapatillas adecuadas. A los runners cualquier error nos puede costar la temporada completa, o simplemente no poder culminar con el objetivo que nos habíamos planteado. Lamentablemente, cuando pasamos por esto, lo primero que nos dicen algunos especialistas es que debés reposar y no hacer ningún tipo de actividad física. Sin embargo, la ciencia ha demostrado en los últimos años que hacer esto puede debilitarnos pero, sobre todo, debilitar partes de nuestro cuerpo que son esenciales para realizar nuestra actividad física. Es por esto que en pocos casos, como cuando se sufre una fractura, es recomendable dejar de movernos por completo, ya que esta falta de actividad produce entre otras cosas pérdida de masa muscular. Esto es de los peores males, porque no sólo hablamos de tono muscular, sino de fuerza también. Cuando estás inactivo por determinado tiempo, estás disminuyendo un proceso importante llamado síntesis proteica, que se encarga de fortalecer nuestros músculos, manteniendo nuestras articulaciones libres de lesiones.
Además, la falta de actividad debilita nuestros tendones, que son sumamente importantes en la mecánica de movimiento para quienes corremos. Al inmovilizar tu cuerpo estás afectando el movimiento natural de estos tejidos. Esto también pone en riesgo a tus huesos y compromete tu movimiento natural de carrera, ocasionando lesiones delicadas, pudiendo llegar a ser graves.
Y finalmente, si paramos por completo también tendremos una lógica pérdida de condición física. Tu rendimiento bajará y lo que más notarás es que tu oxigenación en sangre no es tan rápida ni adecuada. Es importante que sepas que tu capacidad aeróbica se verá deteriorada a partir del décimo día de reposo. Esto además nos resta la capacidad pulmonar, cardíaca y una disminución en el volumen sanguíneo, que a la larga nos hará sentir con mucha menos energía.
Por todo esto, no siempre el descanso total no es recomendable. Recuerda que mientras no sea una lesión incapacitante, puedes hacer otras cosas que te hagan sentirte motivado y fuerte para regresar pronto a tu actividad. Y por supuesto, no te autodiagnostique y consulta siempre a un especialista ante cualquier tipo de dolencias, para que te evalúen y recomienden los tratamientos a seguir. Nunca olvides que hay una cosa que para los runners es peor que las lesiones, y son las lesiones mal curadas.
¿Has pasado por este tipo de situaciones?