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Los tres pilares para afrontar un medio maratón

Algunos consejos sobre los aspectos físicos, mentales y nutricionales de una carrera. Freepik

Año a año, con el cambio de temporada son muchos los runners que ya afianzados en distancias de 10k se plantean como meta correr una media maratón. Y cuando lo que se busca es afrontar un desafío como una carrera de 21k, lo mejor es estar preparados de la mejor forma para cumplir este exigente objetivo. Veamos a continuación algunos consejos de cómo prepararnos para este reto, tomando en cuenta los aspectos físicos, mentales y nutricionales.

En el primer punto, el físico, la clave está en trabajar suficientemente la resistencia como para poder cumplimentar la carrera en su totalidad. Lo mejor es planificar con bastante tiempo de antelación una rutina de entrenamiento en la cual podamos ir subiendo la intensidad. Esta planificación no debería durar menos de 16 semanas, y en cada una de ellas deberíamos ir subiendo gradualmente el kilometraje hasta llegar a realizar fondos de 18 o 19 kilómetros faltando 4 o 3 semanas para la carrera. Obviamente, esos trabajos de rodaje de fin de semana deberán estar acompañados por otros al menos 3 días más a la semana. Estos trabajos complementarán el entrenamiento ayudándonos a desarrollar otras aptitudes como la velocidad, la resistencia y la asimilación a los entrenamientos.

En cuanto a la preparación mental, debemos decir que viene de la mano de la preparación física, ya que cuando corremos estamos mayormente solos. En muchos casos nos acompañan solamente nuestros pensamientos que a veces pueden atentar contra nuestro objetivo. No es para nada fuera de lo común que ante el primer signo de cansancio muchas veces pensemos en detenernos y descansar. En estos casos lo mejor es hacerle caso al físico y no a la cabeza Si el cuerpo nos indica que debemos detenernos, lo haremos. Pero en cambio si es nuestra cabeza la que hace fuerza para frenar, tal vez sea mejor intentar seguir un poco más y ver si finalmente el cuerpo nos pide que nos detengamos por completo.

Finalmente, una adecuada preparación nutricional completa esta trilogía para enfrentar no solo una carrera de 21k sino todo su proceso de preparación, que como dijimos será de aproximadamente 16 semanas. Una buena alimentación acorde con el gasto energético que vamos a realizar es una importante base de la cual partir para afrontar un desafío físico de este tipo. También es importante aprovechar los entrenamientos, especialmente los rodajes largos de los fines de semana, para entrenar anticipadamente la nutrición e hidratación en carrera, y acostumbrar a nuestro organismo a digerir y asimilar tanto comida como líquidos mientras corremos.

¿Te preparas en todos estos aspectos antes de afrontar una carrera?