Conforme pasan los meses los cambios de temperatura van llegando y dependiendo del lugar del mundo en donde te encuentres, es posible que pronto debas enfrentar entrenamientos con climas fríos, lo que te obligará a cambiar algunos hábitos como la forma de vestirte. En este sentido la idea es que te vistas "por capas", donde la primera debe ser delgada y de una tela deportiva específica para correr, tipo Dry Fit o Cool Max para que absorba la transpiración y la libere sin dejar mojada tu camiseta. Dejá de lado la idea de correr con ropa de algodón, ya que mantiene la humedad y permanecerás mojado. La segunda capa puede ser un chaleco o campera rompeviento, dependiendo de la temperatura y tu propio criterio, para que te proteja contra el viento y la lluvia. Si hace mucho frío podés agregar una capa intermedia de materiales térmicos para lograr un mayor aislamiento.
Algo también muy importante es abrigar tus manos y pies. Esto se debe a que hasta un 30% del calor corporal se escapa por estas extremidades. Usá guantes finos de lana, que son muy económicos y fáciles de conseguir. También puedes utilizar guantes de polar, pero te limitan el rango de movimientos de tus dedos. Igualmente, ambos abrigan por lo que el consejo es que los pruebes y uses los que te resulten más cómodos.
Por otro lado, no exageres con la cantidad de indumentaria, ya que una vez que entres en calor no sentirás tanto frío. Seguramente a pocos minutos de haber comenzado a entrenar aún tendrás un poco de frío. Si aún no empezaste a correr y no sientes nada de frío significa que estás muy abrigado. Y en este sentido es preferible que soportes un poco de frío los primero minutos y no sufras calor durante todo el entrenamiento. Una buena regla general es que te vistas como si hicieran dos grados menos de los que realmente hay.
¿Qué prenda es fundamental en tu outfit de running?