El rodillo de espuma o foam rollers es un accesorio usado cada vez más por los runners luego de sus entrenamientos, ya que brinda ventajas a la hora de la relajación de los músculos. Hasta hace poco, era casi exótico encontrar en los gimnasios estos rodillos para masajes. De hecho, sólo lo usaban quienes hacían terapia para recuperarse de alguna lesión. Sin embargo, últimamente ha ido modificándose su uso, al punto de ver rodillos prácticamente en todos los gimnasios. Lo primero es aclarar que el rodillo de espuma utiliza el propio peso para aplicar lo que se conoce en fisioterapia como una autoliberación miofascial, que no es otra cosa que un masaje que se hace uno sin ayuda de nadie sobre una zona que se quiere relajar o trabajar. La idea es ejercer presión sobre él apoyando la zona seleccionada, luego rodar en un movimiento suave y continuo entre un minuto y un minuto y medio. El masaje miofascial ayuda a que sea más fluida la transición entre un estímulo y la relajación de los músculos. Generalmente, se usa en fisioterapia para descontracturar en sectores específicos, relajar puntos con gatillos musculares, mejorar la circulación sanguínea y dolores muy comunes en deportistas. Al ser aplicado por el mismo runner después de un entrenamiento mejora el efecto, ya que él mismo usa la presión máxima que puede tolerar. Por todo esto es un elemento ideal para corredores, ciclistas, futbolistas y cualquier otra práctica deportiva que se haga constantemente y con aumento de exigencia.
¿Qué experiencia tenés con el rodillo de espuma?