Si estás entre el creciente grupo de corredores que se anima a dejar el asfalto y dar sus zancadas en los senderos de montaña, hoy vamos a darte algunos consejos para que mejores tu performance en estos terrenos. El primero es que te olvides de tratar de mantener un ritmo. Cuando las cuestas son más empinadas inclusive deberás caminar. De hecho, es una práctica fomentada activamente. Muchas veces, caminar por las pendientes más duras es más eficiente que intentar subirlas corriendo, especialmente cuando se suman otros factores como la gran altitud, las temperaturas y la superficie más técnica. Por eso cuando se trate de trail ignora el reloj y concéntrate en el esfuerzo en lugar de tratar de seguir su ritmo.
Y como todo lo que sube luego tiene que bajar, allí apuntamos con el segundo consejo: desciende con agilidad. Dominar la técnica en la subida generalmente es más sencillo porque se trata principalmente de fuerza, algo que puede entrenarse fácilmente en otros escenarios. Además, al subir los ritmos son más lentos y tenemos mucho tiempo para pensar cada próximo movimiento. Pero al bajar, pasa todo lo contrario, por lo que ser fuerte a la hora de descender también es una habilidad necesaria. Entrena la técnica y haz cambios simplemente acortando tu paso. Esto puede ayudar a moderar parte de esa fatiga del impacto.
Y finalmente, como vimos días atrás debes trabajar tu fuerza. El entrenamiento de gimnasio para los corredores de senderos es imprescindible, ya que usarás diferentes grupos musculares que al correr en asfalto. En los senderos debes estar permanentemente preparado para cambiar de dirección rápidamente, saltar sobre árboles caídos y adaptar su paso a los cambios bajo los pies. Por esta razón, los ejercicios que trabajan los músculos estabilizadores y el centro de las piernas deben ser parte de su entrenamiento, especialmente para los corredores que ya no tienen veinte años y que corren más riesgo de lesionarse.
¿Qué parte del Trail running te resulta más difícil?