Las plantillas son elementos muchas veces minimizados o inclusive ignorados a la hora de hablar del calzado para correr. Sin embargo, pueden ayudarnos a prevenir callos y ampollas, favorecen la redistribución del peso, amortiguan el roce, además de aportar más comodidad al día a día, alejándonos de dolores en los pies.
Si bien los calzados para correr traen sus propias plantillas que suelen contar con la tecnología y el desarrollo necesarios para funcionar correctamente en la mayoría de los corredores, a veces una buena opción es recurrir a cambiarlas por opciones personalizadas. Estos accesorios contribuyen de diferentes maneras a la salud de los pies, favorecen la redistribución de las presiones plantares, la alineación de tobillos y rodillas, la reducción del dolor y la amortiguación de impactos, además de proteger contra callosidades, ampollas y regiones sensibles de la piel. En este sentido, para quienes practican actividades deportivas con frecuencia existen taloneras específicas para la absorción de impactos sobre el hueso calcáneo, perfectas para quienes necesitan protegerse de lesiones como espolones, tendinitis, fascitis plantar o reducir el dolor de talón. Están hechas de silicona transparente y tienen un punto más denso de silicona para absorber los impactos.
Por su parte, para aquellos que experimentan dolores recurrentes en los talones y necesitan más comodidad en los pies, hay opciones de plantillas hechas en gel o silicona, que son resistentes y duraderas. Suelen funcionar muy bien para reemplazar las plantillas originales cuando son muy rígidas. Pero además están las plantillas recetadas, a las que se llega mediante un previo estudio de la pisada y son hechas a medida por un ortopedista. Esto permite hilar muy fino, y son la mejor opción ya que se ajustan de forma precisa a cada corredor.
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