Una de las modalidades de mayor crecimiento en el running en los últimos años es el trail. Esta actividad consiste en correr por senderos y caminos irregulares, de montaña en lugar de hacerlo sobre asfalto. En otras palabras, en líneas generales el trail running comparte elementos del running tradicional, ya que se trata de correr sin atender a la velocidad o el número de kilómetros. Pero también comparte otra serie de elementos con el senderismo o el montañismo, al llevarnos a recorrer los mismos paisajes que el excursionista de montaña, aunque en este caso corriendo. A la hora de hablar de equipamiento necesario para el trail running, lo primero a tener en cuenta es el calzado, que difiere al utilizado en el running clásico sobre asfalto. Las zapatillas de trail running están especialmente concebidas para utilizarlas en terrenos sinuosos y resbaladizos o sobre superficies blandas como barro y pasto.
Por supuesto, es necesario asegurarse de llevar líquido suficiente para mantenerse bien hidratado, al igual que al practicar running urbano o cualquier otro deporte. Pero además, también es aconsejable llevar un kit básico similar al que lleva cualquier persona que va a la montaña. Allí no deberían faltar gafas de sol y protector solar, comida y bebida extra para emergencias, una linterna (preferentemente frontal, para poder correr dejando tus manos libres), un cortavientos, una manta isotérmica (también denominada manta de emergencia o manta de supervivencia, que son las de plástico plateado muy fino), y un pequeño botiquín de primeros auxilios. También es bueno llevar un dispositivo GPS que te ayude a encontrar el camino de vuelta. Si no cuentas con uno deportivo, tranquilamente puede ser tu teléfono móvil, lo que además te permitirá hacer alguna llamada de emergencia en caso de necesitarlo y de contar con señal en el lugar.
Respecto a la actividad, también hay que tener en claro que si bien practicar tu deporte favorito en medio de la tranquilidad y belleza de un entorno natural puede ser muy gratificante, también exige una buena condición física previa, y también experiencia en salidas de montaña. Por un lado es verdad que correr en estos terrenos es una actividad menos estresante que correr en ciudad, con los semáforos, el tráfico, el ruido y otras mil distracciones y obstáculos. Pero al mismo tiempo nunca hay que olvidar que el asfalto, y el medio urbano en general, es un entorno adaptado al hombre, mientras que la naturaleza siempre seguirá siendo salvaje. Por eso es importante, y de hecho forma parte del entrenamiento de trail running, una buena planificación previa. Por lo tanto, elegir y delinear la ruta con antelación, incluir siempre el kit básico, ir adecuadamente vestido y calzado, llevar un dispositivo GPS y avisar a amigos o familiares de dónde vas a estar entrenando son medidas de seguridad necesarias antes de salir a hacer trail running. Y por último, en caso de duda ante condiciones climatológicas adversas, cuando el camino parezca peligroso y no te aporte confianza, no esperes a llevarte un susto. Retírate antes de sufrir un percance que puede evitarse fácilmente por medio de la prudencia. Solo así podrás disfrutar de una experiencia inigualable corriendo en las montañas.
Y vos, ¿ya probaste correr por esta superficie?