Si todos los runners escuchamos hablar sobre la importancia de entrar en calor antes de las competencias y entrenamientos, no todos entienden sus características y fines, y por lo tanto suelen aparecer dudas al respecto. Una de ellas recae en la necesidad o no de hacer movimientos pre competitivos en carreras de larga duración, como por ejemplo un maratón. Y para responder esto, lo primero a tener en cuenta es que el calentamiento previo está destinado a preparar a nuestros tejidos para el rendimiento, aumentando la temperatura corporal central, lo que acelera el suministro de oxígeno a los músculos. Este procedimiento aumenta el flujo de sangre a los músculos implicados, para que estén listos para el esfuerzo y reduce el riesgo de lesiones. Pero además, también prepara a las articulaciones, mediante el movimiento del líquido sinovial.
Ahora bien, como sabemos, una entrada en calor requiere de cierto esfuerzo. Y para carreras más cortas como 5K o 10K, cansarnos durante la entrada en calor al punto de perder energía necesaria para el resto de la competencia no es una preocupación, ya que el recorrido es demasiado corta como para correr el riesgo de quedarnos sin glucógeno (carbohidratos almacenados en nuestro cuerpo). Pero cuando te preparas para una carrera de tres a cuatro horas, es vital conservar tanta energía y glucógeno como puedas, y allí surgen las dudas, por lo que un calentamiento previo es una buena práctica, pero no deberíamos excedernos. Y en este sentido, para la mayoría de los runners con 5 o 10 minutos de trote muy suave, cerrando con 4 o 5 aceleraciones de 15 segundos será suficiente. Más teniendo en cuenta que en este tipo de carreras de larga duración, el grueso de los corredores participantes.
En síntesis, la entrada en calor en un maratón va a ayudarte mucho. Pero si la haces corriendo por más de 10 o 15 minutos, es probable que te arrepientas luego cuando la carrera ya esté entrada en kilómetros.
¿Cómo preparas vos tus entradas en calor?