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Tres consejos para correr sobre la arena

Una herramienta para corredores que puede traer múltiples beneficios. Freepik

Correr sobre la arena es una forma excelente de desarrollar fuerza y resistencia. Tanto si eres un principiante como un corredor experimentado, correr sobre arena puede suponer un reto único. Pero si quieres maximizar tu entrenamiento y sacar el máximo partido a tu sesión, debes tener en cuenta algunos consejos importantes. Veamos con más detalle cómo correr sobre esta superficie, y lo primero es elegir bien tus zapatillas.

Cuando se trata de correr sobre arena, el calzado es muy importante: deben ser livianas, flexibles y con mucho agarre para no resbalar cuando aterrices en el suelo blando. También es importante llevar calcetines que absorban la humedad y se ajusten bien para que no te rocen los pies al correr. De esa forma evitarás lastimaduras en la piel y ampollas, que son muy molestas y pueden arruinar no solo tu sesión de entrenamiento actual, sino las de los días que siguen.

En cuanto a la técnica, hay que tener presente que correr sobre la arena requiere un esfuerzo extra de tu cuerpo debido a la superficie más blanda y a la resistencia adicional de la propia de la superficie. Por tanto, es especialmente importante mantener una postura adecuada al correr para evitar lesiones y fatiga. Asegúrate de mantener la espalda recta, el pecho erguido, los brazos cerca de los costados y de balancearlos hacia delante a la altura de la cadera con cada zancada. Además, asegúrate de mantener los pies debajo de ti tanto como sea posible para reducir el impacto en las articulaciones al aterrizar.

Por otro lado, una de las mejores formas de maximizar los beneficios de correr sobre arena es variar los entrenamientos, es decir, incorporar diferentes velocidades y distancias en cada sesión para que no haya dos carreras exactamente iguales. Por ejemplo, prueba con correr intervalos como sprints seguidos de trotes de mayor distancia con frecuentes paradas para descansar entre series; esto te ayudará a desarrollar fuerza y resistencia, así como a evitar el aburrimiento durante las sesiones más largas.

Además, prueba a cambiar de dirección a menudo, o incluso a correr hacia atrás durante breves periodos de tiempo para trabajar diferentes grupos musculares a lo largo de cada entrenamiento. En síntesis, correr sobre arena es una excelente herramienta para corredores de todos los niveles, desde principiantes que buscan un nuevo reto hasta atletas experimentados que buscan una ventaja adicional. Nos permite aumentar su fuerza, resistencia y agilidad en cada sesión de entrenamiento. Siguiendo estos tres consejos (llevar calzado adecuado, mantener la postura correcta y variar los entrenamientos), los runners pueden asegurarse de sacar el máximo partido a sus entrenamientos por la playa.

¿Ya encontraste tu lugar ideal para correr este verano?