Para cualquier runner, sufrir una lesión puede ser frustrante y desalentador, pero es importante mantenerse positivo y enfocado en la recuperación. Si esto te ocurre, lo primero que debes hacer es buscar atención médica. Solamente un profesional de la salud puede evaluar la gravedad de la lesión y proporcionar un plan de tratamiento adecuado. En segundo lugar, ten siempre presente que debes ganar la carrera a la ansiedad. Es importante permitir que tu cuerpo se recupere y descanse después de una lesión. Si intentas volver al entrenamiento demasiado pronto, puedes empeorar la lesión y retrasar el proceso de curación.
También debes tener en cuenta que seguramente necesitarás hacer ajustes en tu plan de entrenamiento. Una vez que te hayas recuperado lo suficiente como para volver a entrenar, es importante acomodar tu rutina para evitar volver a lesionarte. Trabaja con un entrenador o fisioterapeuta para desarrollar un plan de entrenamiento seguro y efectivo. Además, una lesión puede ser desalentadora, pero es importante mantener una actitud positiva y enfocarse en la recuperación. Celebra los pequeños logros a medida que avanzas en el proceso de curación.
Por último, recuerda que si bien ningún runner quiere lesionarse, nadie está exento de que esto pase, aún tomando recaudos. Y ante una situación así, puede ser útil buscar apoyo de amigos, familiares o compañeros de entrenamiento durante la recuperación. El apoyo emocional puede ayudarte a mantenerte motivado y comprometido con la recuperación.
¿Cuál fue la recuperación más larga que tuviste que hacer por una lesión?