Nació en Kansas City, Estados Unidos, el 1 de julio de 1961. Su verdadero nombre es Frederick Carlton Lewis, aunque se lo conoce como "Carl Lewis". Otros, simplemente prefieren mencionarlo como "El Hijo del Viento". En su casa siempre se respiró deporte: su madre, Evelyn, fue atleta olímpica, compitiendo en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 en los 80 metros vallas. También su padre, William Lewis, fue jugador de polo americano. Ademas, su hermana Carol Lewis también fue una destacada atleta olímpica, terminando novena en salto de largo en los Juegos de Los Angeles 1984, y ganando una medalla de bronce en el mismo evento en el Campeonato Mundial de 1983.
Los inicios de Carl Lewis en el deporte de alto rendimiento se remontan a sus 15 años de edad, cuando comenzó a competir en pruebas de salto en largo, donde se destacó por su velocidad. Cuatro años después, con sólo 19 años, estaba listo para su debut olímpico en los Juegos de Moscú 1980, pero el boicot a la competencia impuesto por su país hizo que su bautismo internacional se retrasara.
Si bien ya había sido seleccionado por Estados Unidos como una carta a futuro inmediato, Carl adquirió renombre fronteras afuera en los años que siguieron. Fue en el Mundial de Atletismo de Helsinki 1983, donde Lewis obtuvo su primer gran éxito internacional, ganando de manera brillante los títulos en los 100 m, en Salto en Largo, y en la posta de relevos 4x100 m.
Un dato curioso se refiere a su alimentación y estilo de vida: Lewis es vegano desde 1990. Inclusive, el propio Carl atribuye una buena parte de sus éxitos deportivos a esta rigurosa dieta. Según sus palabras, el no ingerir alimentos de origen animal le permitió comer más cantidades, incorporando más nutrientes y fuentes de energía, pero sin afectar de manera negativa su capacidad atlética.
Durante su carrera deportiva, participó en 4 Juegos Olímpicos: Los Ángeles 1984, Seúl 1988, Barcelona 1992 y Atlanta 1996, cosechando un total de 10 medallas, 9 de ellas doradas y la restante de plata. Además, ganó 8 medallas de oro y 1 de bronce en los Campeonatos del Mundo de Atletismo.
Otro hito destacado en su carrera ocurrió durante la temporada 1991, cuando se convirtió en el primer hombre en bajar de los 9,90 segundos en la prueba de los 100 metros llanos, con una marca de 9,86. En esa competencia logró además su tercer Campeonato Mundial en el hectómetro, y estableció un nuevo récord mundial.
Entre los distintos reconocimiento que se le han concedido sobresalen el nombramiento como "Atleta del año" por parte de la IAAF en dos temporadas (1988 y 1991), el Premio Jesse Owens (1982 y 1991) y el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes en el año 1996.
Lewis puso fin a su carrera deportiva profesional después de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. A partir de ese día ya no está en las pistas, pero nació una leyenda: la del Hijo del Viento.