Aunque por estos días pueda parecer extraño que un maratonista de tez blanca gane una medalla olímpica, no siempre reinaron los africanos en los 42k. Uno de esos casos se dio en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, cuando ganó un italiano. Se trató de Stefano Baldini, un especialista en carreras de larga distancia nacido el 25 de mayo de 1971 en Castelnovo di Sotto.
Stefano se crió entre una familia numerosa, con otros 10 hermanos, algunos de los cuales también practicaron atletismo. Empezó a correr desde muy pequeño, y en un primer momento dedicó a las competencias de pista de distancias 5.000 y 10.000 metros, aunque nunca logró resultados brillantes a nivel internacional. A pesar de eso, su primera participación en unos Juegos Olímpicos fue en Atlanta 1996, donde fue 18º en los 10.000 metros y no logró clasificarse para la final en los 5.000 metros.
Pero a Baldini la vida le tenía guardado un gran éxito olímpico, y llegaría cuando decidió volcarse al Maratón. La primera vez que corrió en esta distancia fue en los 42k de Venecia de 1995, finalizando 6º con una marca que le hizo abrir los ojos a propios y extraños: 2h11:01.
Pasados ya los juegos de Atlanta ’96, en 1997 consiguió buenos resultados en dos de las maratones más prestigiosas del mundo. Fue 2º en la de Londres (con un crono de 2h07:57) y 3º en la de Nueva York (con 2h09:31). Un año después, llegaría su primera victoria en la distancia más mítica. El 29 de marzo de 1998 Stefano ganó el Maratón de Roma, cronometrando un espectacular tiempo de 2h09:33. Pocos meses después seguirían los éxitos maratonianos, proclamándose campeón de Europa al ganar los 42k de Budapest, Hungría.
Ante este presente, los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 eran el gran objetivo del italiano. Pero la suerte no estuvo de su lado y tuvo que abandonar la competencia en el kilómetro 18 por problemas físicos.
Pero más allá de este traspié, Stefano Baldini ya había descubierto que su fuerza estaba en los maratones, y fue así que lo siguió intentando. En el proceso olímpico de cara a Atenas 2004 obtuvo títulos y podios en diferentes maratones y campeonatos mundiales.
Cuando finalmente llegó el turno de los Juegos Olímpicos 2004, las expectativas eran nuevamente las mejores. Baldini siempre se mantuvo en un grupo de punta, que se fue desgranando con el corre de los kilómetros. El destino quiso que sobre el final, cuando parecía que la victoria podía ser para el brasileño Vanderlei de Lima, ocurrió el inesperado y recordado episodio cuando el atleta fue empujado al suelo por Cornelius Horan, un ex sacerdote irlandés, haciéndole perder varios segundos pero sobre todo la concentración en la competencia. De los que venían unos metros atrás, Baldini fue el más fuerte y terminó llegando al Estadio Panathinaiko primero, para coronarse campeón olímpico.
Luego de su medalla de oro, Baldini ganó el titulo europeo en maratón 2006, el que sería su último gran resultado en este deporte.