Sondershausen-- El running es un deporte que puede practicarse en cualquier lugar, inclusive debajo de la tierra. Sí, leíste bien existen los maratones subterráneos. De hecho, hay una competencia que se corre desde 2002 en una mina de Sondershausen, Alemania, a 700 metros de profundidad.
La maratón lleva por nombre Unter-Tage Marathon, y consiste en dar diez vueltas a un circuito de 3,9 kilómetros por el interior de los estrechos túneles de la mina (en promedio de cinco metros de ancho y cuatro metros de altura), más una vuelta final de 3,2 kilómetros con los que se completan los míticos 42k con 195 metros reglamentarios.
El evento se larga normalmente a las 10 de la mañana, y durante todo el trayecto no se ve la luz del sol, por lo que aunque el túnel está iluminado se recomienda correr con linternas frontales. Además, es obligatorio el uso de casco.
La temperatura durante la carrera suele oscilar entre los 22° y los 30°, dependiendo de la altura y el aire fresco que circule en cada sección del recorrido en particular. Además, hay que enfrentarse con una baja humedad: sólo el 30%, por lo que una buena hidratación es clave.
Otro factor a tener en cuenta es que el suelo es irregular, y se deben afrontar muchos desniveles.
En la primera edición de la carrera participaron en total 88 atletas (82 hombres y 6 mujeres), y el número fue creciendo hasta llegar a los 400 actualmente, que es el cupo máximo fijado por los organizadores debido a cuestiones logísticas y de seguridad.
Los records del circuito pertenecen a Karol Grunenberg en la rama masculina, con sus 3:02:44 establecidos en 2011; y a Ilona Pfeiffer entre las damas, gracias a su tiempo de 3:44:47 con el que ganó la versión 2005.