Atenas--De los cientos de maratones que componen el calendario anual a lo largo y ancho del planeta, hay una que sin dudas puede preciarse de ser los 42k con más historia. Esta competencia se corre en el mes de noviembre, y es el Maratón de Atenas, en Grecia. Justamente allí comenzó todo, según cuenta la leyenda del guerrero Filipides, que hace 2.500 años (500 años antes del nacimiento de Cristo) corrió para anunciar la victoria en la batalla de Maratón contra los persas y cayó muerto al llegar, extenuado por el esfuerzo, luego de gritar “¡Hemos ganado!". Sea leyenda o cierto, la gesta es tan emocionante que el Barón de Coubertin se inspiró en ella para hacer renacer a las antiguas Olimpiadas.
Esta maratón moderna, que en 2016 celebrará su edición número 34, tiene el mismo recorrido que, según dicen, realizó el antiguo héroe griego. En su honor se corre esta prueba, para la que hay que madrugar mucho. En las primeras horas del día de la competencia, un autobús lleva a los corredores desde la plaza principal de Atenas hasta el estadio de Maratón, donde es tradición que sus pobladores del lugar regalen ramos y coronas de laurel a los atletas. Inclusive, suele verse a algunos locales acompañando a los runners disfrazados de hoplita, nombre que llevaban los soldados atenienses, con su escudo y espada.
El recorrido es muy duro, ya que durante sus 42 kilómetros atraviesa muchos desniveles. La llegada, otro atractivo de la carrera, es en el Estadio Panathinaikó de Atenas, único del mundo construido íntegramente de mármol blanco. El lugar de la meta también es rico en historia, ya que ahí se celebraron los primeros Juegos Olímpicos modernos, en el año 1896.
La competencia cuenta con el apoyo de la UNESCO, organismo que lo avala como evento deportivo, histórico y cultural.
Los records del circuito están en manos del keniata Felix Kipchirchir Kandie con sus 2:10:37 obtenidos en 2014, y a la lituana Rasa Drazdauskaitė 2:31:06 en 2010.
Más información en su web oficial: www.athensclassicmarathon.gr