Sentir dolores luego de correr es algo ambiguo: puede ser la señal de que estamos haciendo las cosas bien, o que estamos ante un problema. Ocurre que a veces, en un primer momento, nos cuesta entender si estas sensaciones están delatando una lesión, o se trata de un simple cansancio muscular, fruto del trabajo que estamos realizando. Normalmente, luego de una competencia o entrenamiento exigente nuestro cuerpo sufre procesos inflamatorios en zonas localizadas, lo que implica mayormente cansancio o fatiga, y que ocurre debido a la ruptura de fibras de los músculos.
A partir de allí el organismo repara estos daños, fortaleciéndose aún más cuando el proceso concluye. Lo preocupante, por lo tanto, es cuando los dolores o inflamaciones persisten durante más de un par de días, casos en los que muy probablemente estemos ante la presencia de alguna lesión.
La experiencia y los años de entrenamiento van haciendo que cada runner entienda cuando se trata de un simple dolor por cansancio, y cuando de algo para atender. Pero mientras tanto hay una regla simple: si el dolor no pasa aplicando hielo, y nos impide correr normalmente al día siguiente, es hora de consultar al médico especialista. Por último, nunca hay que olvidar que cuando se padece de una lesión, mientras más tiempo se corra con ella a cuestas, más se demorará en lograr su recuperación.
¿Sueles sufrir de lesiones luego de una carrera?