Pasar mucho tiempo sobre los puntos más fuertes en lugar de trabajar los más débiles es otro de los errores más comunes que comenten los corredores amateurs a la hora de entrenarse.
A pesar de que el viejo refrán dice “trabaja en tus debilidades, tus fortalezas pueden cuidarse por sí solas”, muchas veces caemos en la tentación de enfocarnos en lo que más nos da placer, que generalmente es lo que mejor hacemos. Así, por ejemplo, quienes son más resistentes que veloces suelen hacer muchos entrenamientos largos a bajos ritmos, en lugar de trabajar series de velocidad, y viceversa.
Hay que tener siempre en claro que cada entrenamiento es una oportunidad para obtener ventaja competitiva y progresar en algún aspecto del rendimiento. Hay que aprovechar cada una de estas ocasiones para mejorar las debilidades y a la vez que mantener las fortalezas.
¿Entrenas tus debilidades?