Resulta muy curioso como una sustancia que el cuerpo no digiere puede ser tan importante para la alimentación de todas las personas. Estamos hablando de la fibra, una sustancia para la cual nuestro aparato digestivo no tienen las enzimas necesarias para asimilar y por esto realizan un "efecto escoba" que regula el tránsito intestinal.
La fibra también aumenta la sensación de saciedad, por lo que es ideal para quienes buscan perder peso corporal. Además, hace más lento el vaciado del estómago, baja el nivel de colesterol, mantiene sana la flora intestinal y disminuye la incidencia del cáncer de colon.
La fibra se incorpora a la dieta diaria mediante la ingesta de vegetales: frutas, verduras, legumbres, semillas y cereales integrales principalmente. En promedio, una persona necesita consumir entre 22 y 25 gramos de fibra por día. Lo ideal es no pasarse de esta cantidad, porque de hacerlo su efecto tampoco será tan bueno: posiblemente provocará deficiencias a la hora de absorber el hierro, ya que la fibra interfiere en la absorción de este mineral.
¿Sueles incluir fibra en tu dieta?