Como ocurre con los entrenamientos, en la nutrición también hay algunos mitos que confunden a los corredores. En estos casos, los pre-conceptos nos hacen pensar que ciertos alimentos son saludables y por eso podemos consumirlos en grandes cantidades, pero esto es falso. Veamos tres ejemplos:
Galletas integrales: aunque algunas en su composición traen cereales como la avena, frutas secas como nueces o almendras, y otros ingredientes saludables como la linaza, estos alimentos en general contienen altos contenidos de grasas saturadas. Lo ideal es hacer nuestras propias galletas caseras, que a menudo suelen ser de muy fácil preparación, dependiendo de la receta.
Alimentos congelados: el proceso de congelación no daña la comida, pero sí los conservantes que se utilizan para ampliar la durabilidad de los productos. Sin embargo, hay varias marcas en el mercado que son más saludables y pueden ser una buena opción. Por esto, es aconsejable prestar atención a las etiquetas y tener cuidado con los ingredientes y sustancias perjudiciales para la salud.
Sopas industrializadas: en este tipo de alimentos el común denominador suele ser la falta de nutrientes y fibras, y por lo contrario el exceso de sodio y conservantes. Para tener una idea, la sopa instantánea, por lo general, tiene más del doble de sodio de lo que se recomienda consumir durante todo el día. La solución a esto está en remplazarla por recetas caseras, que además de naturales son deliciosas y muy fáciles de preparar.
¿Qué tipos de alimentos consumís?