En mayor o menor medida, todos alguna vez hemos sentido dolores musculares horas después de realizar un ejercicio intenso o prolongado fuera de lo habitual. Por fortuna, es un malestar pasajero y sin mayores complicaciones. Para evitarlo, o reducir las chances de que se produzca, lo mejor es prevenir su aparición iniciando cualquier ejercicio o sesión nueva, de forma progresiva en intensidad y duración.
Por ejemplo, si un runner no acostumbra a realizar una determinada rutina de gimnasio, entrenamientos de velocidad, o fondos, en cada caso deberá comenzar con este tipo de trabajos de una forma muy suave, y subir las cargas de manera escalonada. Así se le da al cuerpo las herramientas necesarias para la adaptación, evitando en buena parte los dolores musculares post ejercicio.
Estos se producen por la acumulación de ácido láctico (residuo metabólico que produce nuestro cuerpo durante los entrenamientos intensos) en los músculos, provocando malestares al exigir o al presionar en la zona afectada. Estos ácidos desaparecen al ser arrastrados por la sangre que pasa por el músculo, por lo que se recomienda además realizar ejercicios de elongación luego de los entrenamientos, de manera que se facilite esta acción.
¿Tenés dolores luego de los entrenamientos?