Es bien sabido que es de suma importancia dividir las comidas en, como mínimo, cuatro ingestas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Ahora, aunque muchos corredores conocen esto desde la teoría, pocos lo llevan a la práctica.
Si eres de los que aun no realiza cuatro ingestas al día, debes saber que tal hábito tiene granes beneficios. Entre ellos están: reducir la sensación de hambre y ansiedad, mantener siempre altos los niveles de energía disponible, por lo cual permanecerás activo durante todo el día y con el metabolismo trabajando a buena velocidad.
Muchos especialistas en nutrición van más allá y agregan una quinta comida al día: una colación entre el desayuno y el almuerzo, que puede ser una fruta, yogurt con cereales, o un mix de pasas y frutas secas. Es de suma importancia conocer bien el productos que compramos, ya que algunos son engañosos, como muchas barras de cereal industrializadas o sopas deshidratadas, que aportan muchas grasas trans o demasiado sodio. Por eso, aunque las publicidades digan que son alimentos sanos, ante la duda recurre a opciones lo más naturales posibles, como las mencionadas anteriormente.
¿Cómo divides tu plan de alimentación diario?