En América del Sur empezamos a vivir los días más cálidos del año, y en esta época es bueno tomar algunos recaudos a la hora de correr.
Si bien la correcta hidratación es fundamental durante todas las estaciones, durante los meses de calor cobra aún mayor importancia. El aumento del sudor genera mayor pérdida de líquido tanto durante la actividad física como mientras permanecemos quietos. Para garantizar que tengamos nuestras necesidades hídricas cubiertas, a la hora de la rehidratación hay una simple fórmula: peso perdido más medio litro.
Para hacer esto debes saber tu peso exacto antes de una sesión de entrenamiento, para lo que deberás pesarte sin nada de ropa. Al regresar, se repite el pesaje, y la diferencia en gramos será lo que perdiste de líquido sudando. Por ejemplo, si pesabas 78,2 kg y luego pesas 77,5, habrás perdido 0,7 litros de líquido. A eso, debes sumarle medio litro (dos vasos colmados) de agua, lo que te dará un total de 1,3 litros que deberás reponer. Esta referencia es como mínimo lo que deberás beber en las horas posteriores, e idealmente debe incluir unos 350 ml de bebida isotónica, con lo que recuperarás los niveles de electrolitos. Es importante que no te pases demasiado de esta medida ya que de lo contrario se podría producir un desbalance de sales en tu organismo.
¿Conocías esta técnica para rehidratarte?