Algunos atletas, especialmente durante los entrenamientos de velocidad, sufren de mareos o náuseas. Esto pude deberse a una serie de factores, entre los que se encuentra un déficit nutricional. Ocurre que quienes buscan bajar de peso o controlarlo a veces eliminan por completo los carbohidratos de su dieta, creyendo erróneamente que así se quitarán esos kilos de más.
Lo correcto es llevar una dieta equilibrada, que incluya carbohidratos en su justa medida, ya que son el combustible que necesitaremos para sobrellevar con éxito la exigencia que supone el running. Otro causante de los mareos y náuseas puede ser la falta de hidratación adecuada, que como sabemos es de vital importancia a la hora de correr.
Por lo tanto, no solo debemos procurar ingerir de dos a tres litros de agua por día, sino también en los días de más calor incluir ocasionalmente una botella pequeña de bebida isotónica, responsable de reponer las sales minerales perdidas con el sudor. En este sentido, recordemos que también es muy importante no pasarse de esa medida diaria, puesto que demasiadas sales también producen un desbalance hídrico.
Por último, si el problema te sorprende durante un entrenamiento, lo aconsejable es detenerse uno o dos minutos y controlar la respiración, inhalando y exhalando con amplitud, ya que ante la falta de oxígeno el primer síntoma que nuestro cuerpo nos envía como alerta son los mareos. Una vez que se normalice esta situación, seguramente te sentirás mejor.
¿Qué ingerís los días que corres?