Nunca lo olvides: tanto antes como después de cada entrenamiento, bebe agua, aún cuando no sientas sed.
Esto es muy importante ya que a medida que el cuerpo va perdiendo líquidos con el sudor, nuestro rendimiento se ve más comprometido. Pero esto no es todo: especialmente en épocas de temperaturas altas, la excesiva sudoración te hace perder agua, que si no se reemplaza inmediatamente, hace que pierdas volumen sanguíneo.
Si el corazón recibe menos sangre, debe exigirse más en su trabajo, y para mantener oxigenados nuestros músculos durante un entrenamiento, debe subir su número de pulsaciones. Por lo tanto, sea para rendir más o para cuidar tu salud, no olvides de mantenerte bien hidratado en todo momento.
Actualmente, en el mercado, existen múltiples gadgets como por ejemplo cinturones o mochilas, diseñadas específicamente para transportar agua a todos tus entrenamientos. ¿Cómo cuidas tu hidratación?