La cafeína se encuentra en las hojas, frutos secos y semillas de varias plantas. Las principales fuentes alimentarias de esta sustancia como el té, el café, el chocolate y las bebidas de cola, aportan de 30 a 200 mg de cafeína por porción. La adición de cafeína o guaraná a las bebidas energizantes, golosinas, y alimentos y suplementos para deportistas aumenta las oportunidades de consumir esta sustancia, ya sea como parte de la dieta diaria o para usos específicos como ayuda ergogénica.
Si bien es considerada como una ayuda en el rendimiento físico, en dosis moderadas no presenta riesgos, por lo que en enero de 2004 la cafeína se eliminó de la lista de sustancias prohibidas de la WADA. Tiene numerosas acciones en diferentes tejidos del organismo, aunque pueden variar entre los individuos, e incluyen tanto respuestas positivas como negativas.
Los efectos incluyen:
-La movilización de grasas del tejido adiposo y células musculares.
-Cambios en la contractilidad muscular.
-Alteraciones en el sistema nervioso central que modifican las percepciones del esfuerzo o la fatiga.
-La estimulación a la liberación y actividad de la adrenalina.
-Efectos sobre el músculo cardíaco.
Se ha demostrado que en ejercicios de resistencia la cafeína mejora significativamente el rendimiento, a través de un aumento del tiempo de resistencia a la fatiga a intensidades submáximas (alrededor del 70-85% del VO2 máx.). También, estudios revelaron una mejora significativa del rendimiento en actividades físicas de alta intensidad y de corta duración, como incrementos del VO2 máx de la potencia máxima anaeróbica.
En general, y si no se ingieren dosis masivas, la cafeína no parece poseer efectos secundarios más graves que aquellos derivados de una cierta intolerancia gastrointestinal a la ingesta de esta sustancia. Sin embargo, es real que también puede provocar insomnio, irritabilidad, aumento de la presión arterial, aumento del colesterol LDL, taquicardias, arritmias y dependencia. ¿Sueles consumir cafeína?