No sólo el entrenamiento y la nutrición hacen que el organismo de un runner funcione correctamente. También hay otras cuestiones importantes, y entre ellas está el rol que cumplen las hormonas segregadas por nuestro cuerpo.
Muchas de nuestras hormonas son segregadas durante situaciones específicas y es poco el control que podemos tener sobre ellas. Sin embargo, el llevar un estilo de vida saludable y activo nos ayudará a que su segregación se mantenga en parámetros normales y no se produzcan desequilibrios durante su producción.
Algunas de las más importantes son:
Endorfinas: Son conocidas como las hormonas de la felicidad. Se segregan principalmente cuando realizamos actividades como por ejemplo correr. Es por eso que el running mejora nuestro estado de ánimo.
Estrógeno: Es una hormona femenina que se encarga de regular los ciclos menstruales. Cuando se llega a la menopausia los niveles de estrógeno disminuyen en gran medida y como consecuencia se presentan recaídas físicas, naturales en esta etapa de la mujer.
Testosterona: Es la hormona masculina. Se encarga del desarrollo de los órganos sexuales, propiciar la libido, desarrollar nuestra fuerza, brindar energía durante el ejercicio físico.
Serotonina: Se produce a partir del triptófano y es la encargada de mantener nuestro estado de ánimo, nos ayuda a controlar la ira, facilita el deseo sexual y, en general, nos mantiene de buen humor. Las personas con depresión tienen niveles bajos de serotonina.
Adrenalina, Noradrenalina, Dopamina: Se producen principalmente ante situaciones de estrés y ayudan a mejorar nuestra capacidad de concentración, atención y de respuesta hacia una actividad que consideramos como peligrosa, desafiante física o emocionalmente. Algunas actividades realizadas por los runners generan más de estas hormonas, como por ejemplo las series de velocidad, o las competencias de trail running, en donde el entorno nos obliga a estar más alertas.
¿Sabías que todos estos factores influyen en tu rendimiento?