Uno de los mayores problemas de los corredores amateurs es la falta de tiempo para realizar las rutinas de entrenamiento. Esto ocurre sobre todo durante los días de semana, cuando las obligaciones laborales son mayores.
Para esos casos, cuando sólo hay un puñado de minutos disponibles, es bueno echar mano a los entrenamientos intensivos y de calidad. Un ejemplo de ello puede resultar de un trote suave de 10 minutos, que sirva como entrada en calor. Luego, se debe ir incrementando el ritmo progresivamente hasta terminar cerca del 80% de la frecuencia cardíaca máxima, al cabo de unos 15 minutos. Después de eso, sólo restará una vuelta a la calma con un trote suave de unos 5 minutos. De esta forma tendrás un entrenamiento total de media hora en donde habrás pasado por gran parte de tus zonas de esfuerzo, estimulando integralmente a tu organismo. Con otros 10 minutos de estiramientos musculares la sesión será aún más completa y productiva.
Recuerda que es muy importante llevar adelante un plan de entrenamiento diseñado a medida por un profesional que evalúe cada caso y haga un seguimiento puntual del corredor. Este tipo de sesiones son sólo auxiliares, y la idea es no abusar de ellas, ya que son para realizar eventualmente, sólo en los días en los que por algún motivo los horarios complican realizar el entrenamiento previsto, y no quieres dejar de moverte.
¿Cómo planificas tu entrenamiento entre semana?