Nuestro cuerpo está compuesto por agua en más de un 70%, y mientras entrenamos perdemos parte de ella. Por eso una correcta hidratación es clave, no sólo para nuestro rendimiento deportivo, sino además para cuidar la salud.
Toma nota y pon en práctica estos simples consejos para cuidar tu hidratación a diario:
1. No esperes a tener sed para hidratarte, porque éste ya un síntoma de deshidratación.
2. En la recuperación luego de un entrenamiento o competencia, además de tomar mucho líquido, debes comer alimentos frescos como frutas y verduras que contienen agua en su composición.
3. Averigua tu taza de sudoración y repone los líquidos de acuerdo con la cantidad que pierdes durante la actividad.
4. Ingiere unos 400-600 ml de agua entre durante las horas previas entrenamiento, para así empezar la actividad bien hidratado.
5. Durante la actividad incorpora líquido de a poco. De esta forma evitarás molestias estomacales innecesarias.
6. Las primeras señales de la deshidratación incluyen aumento de la sed, náuseas, sequedad de boca, color algo blanco en la lengua, dolor de cabeza, mareos y orina de color amarillo oscuro. Ante estos síntomas, detén unos minutos la actividad y rehidrátate correctamente lo antes posible.
7. La reposición de líquidos después del ejercicio es fundamental para la adecuada recuperación, y debe iniciarse tan pronto como sea posible.
8. A diferencia del agua, las bebidas deportivas te ayudan a reponer la energía (carbohidratos) y las sales minerales (sodio, magnesio, potasio, etc.) que se pierden durante el esfuerzo. Una porción de bebida isotónica a diario, luego de los entrenamientos es lo indicado. Cuidado, más de esa cantidad puede implicar un desequilibrio hídrico.
9. Una correcta hidratación te permite cuidar de tu salud y mantener un óptimo rendimiento tanto físico como mental. 10. Siempre toma líquidos antes, durante y después de la actividad física.
¿Estas hidratándote correctamente?