Especialmente en plena temporada de competencias o entrenamientos intensivos, los corredores solemos enfrentarnos a la sensación de fatiga corporal. Este problema puede llevarnos no sólo a no poder completar nuestras sesiones, sino además aparejar problemas en la vida diaria.
Son muchos los factores que desencadenan esta situación: están los trastornos en la alimentación, el poco o mal sueño, y en la mayoría de los casos, el estrés físico y mental. Por eso es que en tu preparación es esencial dosificar la intensidad de la actividad y dar importancia a la recuperación. Pero para lograrlo, es fundamental conocer el cuerpo.
No hay que olvidar que los corredores amateurs tenemos una vida aparte del running. Por lo tanto, es importante contar con un entrenamiento equilibrado, y saber cómo hacer cambios inteligentes en la planificación semanal. El día que trabajaste demasiado o dormiste menos, tal vez lo mejor que puedas hacer es reducir la carga de entrenamiento, o incluso suspenderlo.
Recuerda que es normal sentir dolores y cansancio después del ejercicio intenso, pero cuando la fatiga no desaparece tal vez sea hora de revisar los hábitos de entrenamiento, la comida, el descanso o incluso de la vida. No sirve de nada entrenar duramente si tu cuerpo no tiene un descanso. La fatiga puede aumentar el riesgo de lesiones e incluso dejar el cuerpo sin protección contra las enfermedades.
¿Sueles sufrir de fatiga?