Realizar una correcta entrada en calor, previo a comenzar las sesiones de entrenamiento y las competencias, no solo es fundamental para evitar lesiones, sino también para tener un mejor rendimiento deportivo. Muchos corredores la pasan por alto, o no conscientes de la importancia de estos minutos de ejercicio suave.
El calentamiento previo puede realizarse de varias formas, siempre y cuando se respeten dos características básicas: debe ser suave y tiene que realizarse antes de empezar a correr de manera intensa.
Estos son algunos ejemplos de ejercicios para entrar en calor:
• Realizar un trote suave durante unos 15 minutos.
• Pedalear en una bicicleta fija o de spinning durante 15 minutos.
• Utilizar la cinta trotadora para realizar una caminata rápida durante unos 20 minutos.
• En el gimnasio, usar el escalador o elíptico durante unos 15 minutos.
Más allá de la variante que elijas, una buena entrada en calor debe reunir una serie de características. Su finalidad es poner en ritmo al organismo. Estas rutinas pueden ser progresivas, aumentando levemente la intensidad con el correr de los minutos, aunque sin llegar a la sensación de falta de aire. Es importante destacar que no podemos terminar cansados de una entrada en calor.
Otro punto importante es que cuando las temperaturas son demasiado bajas, se debe extender el tiempo del calentamiento, ya que al organismo le costará unos minutos más encontrar su temperatura ideal. Recuerda que en este tipo de ejercicios no se buscan resultados de fuerza, velocidad o performance,.
No olvides que la vuelta a la calma y la elongación luego de tus entrenamientos o competencias también son fundamentales para evitar lesiones y molestias.
¿Cómo realizas tus entradas en calor?